Coincidiendo con el fallecimiento del pintor y escultor Agustín Ibarrola Goikoetxea (Bilbao, Vizcaya, 28 de agosto de 1930 – Ursándolo, Vizcaya, 17 de noviembre de 2023), cuyo reconocimiento a su figura ya ha quedado recogido sin ambages y con justicia en todos los medios de los últimos días, desde la Asociación de Amigos del Museo de Ávila nos unimos a la reivindicación de su activismo artístico atendiendo los fines asociativos que le son propios relativos a la “defensa y promoción del patrimonio, las bellas artes, la arqueología, la etnografía y la cultura en general”.
Fue el 2 de abril de 2016, cuando una expedición de cuarenta Amigos del Museo de Ávila recorrimos la dehesa de Garoza, en el vecino municipio de Muñogalindo, la cual se completó con la visita a una "exposición semipermanente" abierta en la sala de arte 'Colección Amblés' situada en el centro del pueblo, donde se muestran una selección de obres del propio Agustín Ibarrola compuesta por dos esculturas, un grabado y nueve óleos.
Entonces pudimos descubrir un sorprendente conjunto pictórico llamado hoy “Las piedras de Garoza”, una original expresión artística de arte y naturaleza desarrollada con un tratamiento integral del paisaje de la dehesa, estableciendo un diálogo íntimo y profundo entre su lenguaje pictórico de vanguardia y la piedra berroqueña, las encinas, la luz y la historia del lugar.
El resultado es un sorprendente conjunto compuesto por 115 piedras de grandes dimensiones dotadas de diferentes significados y adecuadas a la visita pública mediante senderos y distintos soportes interpretativos lo que se completa con un centro de información y varios puntos de descanso para poder disfrutar del entorno natural.
Valga este singular recuerdo al artista vanguardista que en 2005 conquistó Ávila de la mano de Alfredo Melgar, Conde de Villamonte, con quien en otra ocasión también recorrimos el “bosque” adehesado. Con todo, Ibarrola llegó a esta tierra igual que antaño lo hicieran los repobladores vascos, y lo hizo insuflando vitalidad, libertad y compromiso social contra el franquismo y el terrorismo de ETA, dejándonos como testimonio vivo de aquella lucha una rompedora una espléndida muestra de arte “rupestre” y vanguardista a la vez, culmen de su trayectoria de intervenciones en la naturaleza que componen el Bosque de Oma (Kortezubi, Bizkaia, 1983-1987), las Piedras de Arteaga (Bizkaia, 1989), el Bosque de Olmos Secos (Salamanca, 1995-1996), el Ecoespacio de O Rexo (Allariz, Orense, 1997-1999), los Cubos de la Memoria en Llanes (Asturias, 2000-2005) y las Piedras Ibarrola (Moñogalindo, Ávila, 2005-2009).
[Jesús Mª Sanchidrián Gallego es Cronista Oficial de Ávila y Presidente de la Asociación de Amigos del Museo de Ávila]