25 de noviembre de 2024

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De Crónicas

750 AÑOS DEL OTORGAMIENTO DEL TÉRMINO MUNICIPAL DE EL HOYO DE PINARES POR ALFONSO X EL SABIO.

750 AÑOS DEL OTORGAMIENTO DEL TÉRMINO MUNICIPAL DE EL HOYO DE PINARES POR ALFONSO X EL SABIO.
750 AÑOS DEL OTORGAMIENTO DEL TÉRMINO MUNICIPAL DE EL HOYO DE PINARES POR ALFONSO X EL SABIO.
Jesús Mª Sanchidrián Gallego
  • 03 de Mayo de 2023

750 AÑOS DEL OTORGAMIENTO DEL TÉRMINO MUNICIPAL DE EL HOYO DE PINARES POR ALFONSO X EL SABIO.

Los vecinos de El Hoyo de Pinares (2.169 hab.) presumen del origen centenario de la localidad y de poder demostrar orgullosos su nacimiento a la historia de una manera contundente.

Y lo celebran proclamando a los cuatro vientos su origen en un ambicioso programa de actividades y eventos que contribuyen a la formación de una identidad propia que aúna a todos los hoyancos. En este ambiente, las banderolas que llenan calles y plazas anuncian el 750 aniversario del reconocimiento jurídico de la localidad como municipio independiente de señoríos y otras jurisdicciones, merced a la Carta de heredad otorgada por el rey Alfonso X El Sabio en 1273.

Con tal motivo, el pasado 21 de abril asistimos a uno de los “Episodios de Historia Local” que organiza el Ayuntamiento dedicado, precisamente, a dicha carta y a la historia medieval del pueblo. El formato elegido para el acto fue el de una mesa redonda presentado y moderado por la veterana periodista Chus Galán.

En el diálogo estuvieron Carlos Javier Galán Gutiérrez, magistrado de lo social, investigador de la historia local y artífice de la web “El Hoyo de Pinares – Fondo documental”; José Adolfo Reviejo, doctor en Historia Medieval y autor de una tesis doctoral sobre el Señorío de las Navas durante la Edad Media; y Pedro Grande Palomo, director y coautor de la obra “Navalperal de Pinares, historia, tradiciones y costumbres”. El acompañamiento musical corrió a cargo del coro formado para la ocasión con el nombre “Chorus DCCL” (Coro 750), que interpretó una selección de las cantigas de Santa María de Alfonso X El Sabio.

PRIMEROS HABITANTES. Hechas las ante un público expectante que llenaba el salón de actos de la casa consistorial, Carlos Galán habla de la herencia cultural de los primeros habitantes de estas tierras, y por su palabras sabemos que los celtíberos ocuparon el centro, norte y este de la Península, por lo que este territorio debió contar con tribus vettonas, como prueba que no muy lejos, en la localidad de El Tiemblo, se conservan los toros de Guisando, esculturas zoomorfas que ha dado lugar a la llamada la cultura de los verracos.

Y más aún, ejemplos de las tradiciones celtas que se conservan en El Hoyo, al decir de Caro Baroja, son los rituales de “la vaquilla de los quintos”, fiesta cristianizada en honor de San Sebastián; la calbotada y el magosto, fiesta en torno a la recolección de castañas; y la costumbre de ahuecar calabazas, antes de que ello se impusiera en la fiesta americana de Halloween.

Y no olvida Carlos Galán citar la necrópolis visigoda de Navaserrada (s.V-VIII), un antiguo poblado ya desaparecido incorporado al municipio hoyanco.

Seguidamente Pedro Grande Palomo, que ha escudriñado e investigado en los archivos históricos, especialmente en el de Medinaceli de Toledo, comenta como curiosidad que en el siglo XII El Hoyo perteneció a la provincia de Segovia según privilegio dado el 7 de febrero de 1184 (RAH) por el rey Alfonso VIII de Castilla, confirmando otro de su abuelo Alfonso VII "El emperador", definiendo los límites entre la tierra de Ávila y Segovia, desde el puente del Río Voltoya y Río Tuerto por Campo Azálvaro, siguiendo el nacimiento del arroyo Avellandeda y la Porqueriza, el Quintanar y El Hoyo.

Esta delimitación dejaba en Tierra de Segovia a Las Navas y El Hoyo, no Navalperal que se mantuvo en Tierra de Ávila.

Pueblos limítrofes de esa zona, como Santa María de la Alameda, El Escorial y Robledo de Chavela se mantuvieron varios siglos en Tierra de Segovia, más concretamente en su sexmo de Casarrubios.

Más adelante, ya en tierra abulenses, figuran en la demarcación eclesiástica de Pinares recogida en la Consignación de rentas para la diócesis de Ávila ordenada por el Cardenal Gil Torres (Lyon, 1250) el Caserío o Alijar de Helipar, las aldeas de Quemada, Navaserrada, El Foyo (El Hoyo), Villaba, Sotillo, Serores, Ezebreros (Cebreros) y Sancta María del Trémulo (El Tiemblo), junto con Ferradón (Herradón de Pinares) y Sanct Bartholomé. En esta época, la comarca de la Tierra de Pinares ya figuraba dibujada en los mapas como un territorio poblado, mientras que el territorio exterior apenas estaba habitado, exceptuando algunos núcleos aislados.

REPOBLACIÓN Y CARTA DE HEREDAD. Por su parte, Adolfo Reviejo nos introdujo en el sistema de repoblación de la provincia de Ávila iniciado por Alfonso VI en 1085 y seguido por su yerno Raimundo de Borgoña mediante la creación de aldeas que administraban su propio territorio.

Posteriormente, en el siglo XIII tiene lugar la segunda repoblación llevada a cabo por Alfonso X, cuando se crea la comunidad de Villa y Tierra de Ávila y los territorios pasan a ser de aprovechamiento comunal, lo que acarreó enfrentamientos con las aldeas, y propició el otorgamiento de cartas de heredad a distintas poblaciones.

Y es en este contexto donde aparecen los caballeros abulenses encomendados por el rey sabio para el deslinde del Foyo.

Sobre sus linajes abulenses, Adolfo Reviejo dio todo tipo de detalles, así como respecto a su procedencia de las cuadrillas de Esteban Domingo, del banco de San Juan, y de Blasco Jimeno, del banco de San Vicente, templos donde tuvieron sus primeras sedes, dando cuenta también de los conflictos y guerras internas y fratricidas en los que se vieron envueltos a lo largo de la historia, siendo ejemplo vivo de ello el saqueo y destrucción de los palacios abulenses de los Dávila, los cuales se encuentran adosados a la muralla desde la puerta del Rastro hasta lo que fue el Alcázar.

A lo anterior añadimos que estos caballeros gozaban de los privilegios que les reconocía el Fuero de Ávila otorgado por el rey Alfonso X en 1256 y que se conserva en el Archivo Municipal de la ciudad (AMAv, 1/1256), cuyo texto fue reproducido por José María Quadrado en su obra «Recuerdos y bellezas de España. Salamanca, Ávila y Segovia, 1865».

En él se recogen una serie de leyes y privilegios a los repobladores de la villa de Ávila sobre su fuero personal, como por ejemplo la exención fiscal si poseían un caballo por valor de más de 30 maravedís y las armas reglamentarias, además de tener subalternos: mayordomos, yugueros, hortelanos, colmeneros… etc. los cuales estaban sometidos a su participación en los servicios militares de hueste.

Además, a través de este fuero el caballero podía transmitir su status privilegiado a sus hijos y su viuda, o el plazo de cuatro meses que daba el rey para que el caballero obtuviese un caballo cuando muriese el que tenía, sin que ello supusiera una pérdida de su condición.

También se fijaron las pautas de justicia horizontal, evitando la intrusión en este terreno de personas de inferior condición y se patrocina el privilegio de los patrimonios agrarios de los caballeros abulenses, posibilitando sumar heredades, tal y como se recoge también en Documentos para la historia de Ávila (UNED, 1985).

Llegados a este punto, se presenta la carta otorgada por el rey Alfonso X El Sabio en 1273 a El Hoyo de Pinares, [El Foyo], la cual fue transcrita por Carlos Galán a partir de textos originales que se conservan en el archivo municipal del Ayuntamiento de Ávila, publicados también por la Institución Gran duque de Alba en 1999 en la serie Fuentes históricas abulenses, dando lectura de su contenido como pregonero el pasado 1 de abril en la plaza de la villa:

«Sepan cuantos esta Carta vieren como, cuando nuestro señor el rey don Alfonso, a quien Dios dé vida y salud, vino a Ávila, los hombres buenos de los pueblos vinieron a él, y mostráronle cómo algunas aldeas estaban muy menguadas de heredad en que labrasen por pan, y pidiéronle por merced que les mandase dar lugares en que cogiesen pan. Y él, por hacerles bien y merced, túvolo por bien y nos mandó a nosotros, a Fortún Alián, y a don Yeñigo, y a Gil Vázquez, y a don Mateos, que fuésemos a ver las aldeas del término de Ávila y, según como viésemos que habían menester de heredad, que les diésemos.

Y nosotros, Fortún Alián, y don Yeñigo, y Gil Vázquez, y don Mateos, los sobredichos, fuimos a El Hoyo [El Foyo], y vimos cómo moraban en un lugar esquivo, de muy grandes peñascales y montañas. Y, entendiendo que era servicio de Dios y de nuestro señor el rey y lo más sin daño del Concejo de Ávila, y que nosotros lo podíamos hacer, dímoslos este heredamiento:

Peña Aguilera, y de ahí hasta la Guija Blanca; y de ahí a donde alinda la cañada, como da en la Fuente de la Boñigosa y como va derecho a La Rasquilla, que da en el cadozo de Los Colmenarejos; y derecho a Navalamuela; y de ahí a la Boca de Valpinoso y va aguas vertientes abajo de la Guijuela de las Yuguerizas; desde ahí a Cabeza Mesada, y de ahí a la cima de Valdeliebres, a la Boca de Grajos; y de ahí a la Fuente de Valdegrán del Sauzo; y de ahí por mitad del prado de Navalhorno; y de ahí el álamo de la Alamedilla; y de ahí Valmoscoso abajo y se desvía al fresno que está al fondo del camino que va de El Hoyo a Navaserrada; y de ahí va por la carrera de los Abades y sube la cumbre del Parral y va por ella a la cabezuela de fondón de Viñalajara; y de ahí a las Higueruelas; y de ahí a la Fuente del Valle; y de ahí a donde da un arroyo que viene de hacia Valverde y da en el Becedas; y de ahí sube a la Cueva de Portezuelo; y de ahí a la Era Alta; y de ahí sube por el cerro arriba a Peña Aguilera.

Y por que esta Carta sea más firme y más valedera, nosotros, Fortún Alián, y don Yeñigo, y Gil Vázquez, y don Mateos, pusimos en ella nuestros sellos pendientes para testimonio».
Sobre dicha carta, el Ayuntamiento ha querido contar la historia del nacimiento del pueblo que se lee en la misma mediante la publicación del comic titulado «Las aventuras de Andar y Disfrutar. Un viaje de la época de Alfonso X ‘El Sabio’» con ilustraciones de Alberto Sobrino.

La historieta está protagonizada por 'Andar', un pino piñonero característico del lugar, y 'Disfrutar', una uva garnacha propia de esta tierra vitivinícola, quienes haciendo un viaje en el tiempo se encuentran con los caballeros abulenses encargados por Alfonso X de hacer el heredamiento: Fortún Alián, y don Yeñigo, y Gil Vázquez, y don Mateos.

Es el año 1273, y en luminosas viñetas se cuenta por boca de sus protagonistas cómo se hizo la delimitación del término municipal de El Hoyo de Pinares obteniendo entonces carta de naturaleza. La obra sigue una idea del alcalde, David Beltrán, y guión de Alberto Sevillano, profesor de lengua y literatura del CEO Virgen de Navaserrada, pretendiéndose con ello se pretende, además de sensibilizar a los más pequeños en el valor de su patrimonio histórico y cultural de la localidad, fomentar el hábito de la lectura.

A mayores, en banderolas repartidas por las calles del casco urbano y edificios municipales se transcriben párrafos de la Carta de heredad, por ejemplo:

«…viemos cómo moraban en un lugar esquivo, de muy grandes peñascales y montañas»;

«…entendiendo que era servicio de Dios y de nuestro señor el rey y lo más sin daño del Concejo de Ávila, y que nosotros lo podíamos hacer, dímoslos este heredamiento».

ALFONSO X. Por otro lado, El Hoyo de Pinares forma parte de la Red de Ciudades y Pueblos Alfonsíes, dice Chus Galán, dando paso a una nueva sección del debate.

A este respecto añadimos que El Hoyo es el único municipio abulense que se unió a dicha red, la cual se constituyó en el seno de la Federación de Municipios y Provincia en 2021 coincidiendo con los 800 años del nacimiento de Alfonso X (1221-1284)

«con la idea de desarrollar proyectos culturales, turísticos y económicos vinculados a la figura del Monarca y de intercambiar experiencias y colaboración en los pueblos y ciudades relacionados con el Rey Sabio».

Pues bien, a propósito de ello, Carlos Galán dio unas pinceladas sobre la biografía de este singular rey, y por algunas de las cuales sabemos que nació en Toledo, hijo de Fernando III el Santo y Beatriz de Suavia; que pasó su infancia en Galicia, se casó con Violante de Aragón, reinó entre 1252 y 1284; que incorporó a la corona de Castilla el reino de Murcia; que aspiró al trono del Sacro Imperio Romano Germánico; que fue impulsor de las ferias (ej. feria de abril de Sevilla); que promovió la construcción de murallas en las ciudades y la catedral de León, entre otras obras públicas; que como legislador fue el artífice del Fuero Real y Las Siete Partidas; que aprobó la formación de las Cañadas reales, la leonesa, la segoviana, la soriana y la manchega; que en el aspecto cultural creó la escuela traductores de Toledo, abrió cátedras en la Universidad de Salamanca, formó importantes colecciones bibliográficas, incluyendo libros de los juegos y astronomía, y compuso cantigas, etc.; y que fue enterrado en Sevilla y alguna parte de su cuerpo lo fue en Murcia por expreso deseo suyo.

En el anecdotario de su figura, dice Carlos Galán, Alfonso X fue el inventor del pincho, al ordenar que en las tabernas se sirviera con la bebida una pequeña porción de comida, queso o cecina, para prevenir casos de embriaguez.

También la imagen del monarca figura en representada en la galería superior de la Cámara de Representantes de Capitolio de EEUU por su labor legislativa.

Y finalmente, uno de los cráteres de la luna ha sido bautizado con su nombre “Alphonsus”, en agradecimiento de la comunidad científica al rey astrónomo que unificó los calendarios, que dio a conocer la duración del día y la noche o en qué signo del zodíaco se encuentra el sol.

PÉRDIDA DE AUTONOMÍA. En 1476 El Foyo pierde su autonomía concejil después de 226 años de disfrute del heredamiento otorgado por el Alfonso X, pasando entonces a depender de la Ciudad y Tierra de Ávila a cuyo término quedará anexionado después de un largo proceso judicial, sin que valiera que la jurisdicción de su territorio le pertenecía por derecho propio.

En este tiempo de autonomía hoyanca, San Martín de Valdeiglesias, El Tiemblo, Cebreros y Villalba pertenecían al Señorío de D. Álvaro de Luna, mientras que las Navas y Valdemaqueda dependían del señorío de don Pedro Dávila Bracamonte, I Conde del Risco y abuelo del futuro marqués, que en esas fechas posee tanto el señorío solariego como jurisdiccional de ambos lugares. Permanecían El Hoyo y Navalperal (el señorío territorial de este último se lo compra en junio de 1473 a su primo Pedro de Solis, esposo de Inés de Olarte de quien lo había heredado) en jurisdicción de Tierra de Ávila hasta que ambos pueblos pasan a formar parte del señorío jurisdiccional del ya Marques de las Navas por compra que hace de los dos en el siglo XVII, según indican tanto Pedro Grande como Adolfo Reviejo, este último gran investigador del linaje de los Dávila.

Y aunque la sentencia de 1476 fue apelada por el Concejo de El Hoyo, el recurso fue desestimado. Nuevas vicisitudes territoriales y jurisdiccionales se suceden, pasando de situaciones de independencia a otras de integración en señoríos. Y cuenta Adolfo Reviejo que tres familias -Inés de Olarte, los Dávila y los Rengifo llegaron a ser propietarios de prácticamente todo el término, hasta acabar sometido al poder del Señor de las Navas, cuyo marquesado fue creado en 1533.

Ya en 1587, se inician los trámites para que El Hoyo sea reconocido como Villa independiente, consiguiéndolo durante el reinado de Felipe IV, previa compra del título a La Corona, y pasando en 1698 a llamarse con la denominación actual de “El Hoyo de Pinares”, si bien en 1851 el municipio vuelve a formar parte de la Ciudad y Tierra de Ávila.

De todo ello, el Archivo municipal de Ávila conserva reveladores documentos, a saber:

Rollo de de la sentencia dada por el licenciado Juan del Campo, corregidor de Ávila, por la que se adjudican los términos de Porrejón, Alcones y Robledo a la Ciudad de Ávila y su Tierra, en el litigio con el Concejo del Hoyo, Ávila, 1475 (AMAv 27L1n6B);

Rollo del proceso que pende sobre el término de El Helipar que es de la ciudad y su tierra, 1476-1493 (AMAv 27L1n8); Copia de Real provisión mandando hacer una información sobre Hoyo de Pinares, su población y riqueza para su conveniencia de convertirla en villa, Madrid, 23 de enero de 1587 (AMAv 21L7n10Leg158);

y Real Cédula sobre la conservación de montes y pinares, entre ellos, Navalperal, El Hoyo y Cebreros. San Lorenzo, 29 de Septiembre de 1593 (AMAv 30L2n41).

MESTA Y SEÑORÍOS. Otros aspectos tratados en el Episodio de Historia Local fueron los relacionados con las instituciones de La Mesta y los Señoríos. Así observamos que en la misma época que nace El Hoyo de Pinares, Alfonso X crea La Mesta al aprobar el 2 de septiembre de 1273 los privilegios y prerrogativas que protegen la ganadería trashumante y la actividad pastoril.

De todo ello informó Pedro Grande dando cuenta de la importancia que tienen las vías pecuarias para los desplazamientos de vacas, ovejas y bestias de carga, con detalle de las características de las cañadas (75 metros de anchura) y cordeles (37,5 m.) y veredas (20 m.).

Y aprovechando la ocasión reivindicó la recuperación de este tipo de vías y su amojonamiento, como el realizado por el vecino ayuntamiento de Navalperal en la Cañada Real Leonesa Oriental, a pesar de que ello es competencia autonómica.

En cuanto a los señoríos, de cuya trascendencia histórica se ocuparon Adolfo Reviejo y Pedro Grande, comprobamos que durante una gran parte de la Edad Media estuvo dividida administrativamente en señoríos, marquesados o condados, como por ejemplo ocurría con Arévalo y su tierra; el Señorío Episcopal de Bonilla de la Sierra, que pertenecía al Obispado de Ávila; el Señorío de D. Pedro Dávila que comprendía Villafranca de la Sierra, Navalperal, Las Navas del Marqués y Valdemaqueda; y el Señorío de D. Álvaro de Luna que incluía las poblaciones de San Martín de Valdeiglesias, El Tiemblo, Cebreros y Villalba; mientras que otra parte del territorio se incluía en Ciudad y Tierra de Ávila, que dependía del Corregidor de Ávila y en el que se incluía el término de El Hoyo de Pinares cuando dejo de ser autónomo. Se distinguen aquí los señoríos solariegos o territoriales, los señoríos jurisdiccionales y los que tienen ambas condiciones, extendiéndose Adolfo Reviejo en los hábitos “corruptos” de los señores dados a frecuentes usurpaciones de tierras del común y otras componendas en procedimientos judiciales.

El tema dio para más, hasta incluso contar una parte de cuanto trata ampliamente Adolfo Reviejo en su tesis doctoral «La Casa de Villafranca de la Sierra y las Navas durante la Edad Media. 2ª mitad del siglo XIII a la 1ª década del siglo XVI».

CANTIGAS: La interpretación musical de las Cantigas de Santa María, escritas en galaicoportugués y compuestas con la participación de Alfonso X, fue una actuación memorable que completó la jornada histórica dedicada a la cultura Alfonsina de la que nació el pueblo de El Hoyo de Pinares. Actuó entonces el coro “Chorus DCCL” (Coro 750), formado por las voces de dos sopranos, dos contraltos, dos tenores y dos bajos, que interpretó las cantigas 124 “O que pola Virgen leixa”, la nº 60 “Entre Av’ e Eva”, y la nº 100 Santa María, Strela do día”. Y como despedida cantaron el “Canticorum Iubilo” del oratorio Joshua (1748) de Georg Friedrich F. Häendel: 
https://youtu.be/UZYJYr9eALM

La actuación del coro fue presentada por Fernando Burguillo, uno de sus miembros, quien explicó que aunque en el siglo XIII predominaba el canto gregoriano, que era de carácter monódico (una sola melodía), igual que las cantigas, y había pocas piezas diafónicas (dos melodías), para esta ocasión la interpretación de las cantigas se ha adaptado con arreglos polifónicos para 4 voces (cuatro melodías) al gusto de Tomás Luis de Victoria, resultando todo un éxito.

COLOFÓN. Por último, como colofón de la jornada histórica, el alcalde David Beltrán hizo entrega a los participantes de un cuadro con el sello conmemorativo del 750 aniversario de la carta de heredad que se celebra, agradeciendo su intervención y la asistencia del público en este episodio histórico.

Episodio que se añade a las actividades del ambicioso programa elaborado con tal motivo, entre cuyos actos figuran la creación de una marca en la que aparece Alfonso X observando los tres pinos del escudo del pueblo; la edición del primer cupón diario de la ONCE, del 2 de enero, con la marca y una imagen de Hoyo de Pinares, lo mismo que aparece en un sello y una postal; un homenaje a la bandera nacional través de la Subdelegación de Defensa; la edición de un videoclip con una canción conmemorativa que se llama '750'; la realización de un homenaje a los oficios más característicos, el del piñonero y el cantero, descubriendo dos esculturas del artista Mariano Cobo; la nominación del parque municipal llamándole de Alfonso X El Sabio, donde se colocará una escultura de la artista hoyanca Cristina de Propios; la renovación de las campanas de la iglesia; la reparación del reloj; la presentación de un video promocional; la edición de un cómic sobre las aventuras de un pino piñonero y una uva garnacha en la época de Alfonso X, para hacer llegar a los niños este acontecimiento histórico; la proyección de un video-mapping; la apertura de una ruta de la Prehistoria entre El Hoyo de Pinares y Cebreros; y la creación de un centro de conocimiento del fuego como atractivo turístico. Y todo, con ayudas de las Administraciones (Diputación, Junta y Gobierno central).

https://avilared.com/art/69300/750-anos-del-otorgamiento-del-termino-municipal-de-el-hoyo-de-pinares-por-alfonso-x-el-sabio