05 de febrero de 2025

Inicio / Blogs / De Crónicas / ÁVILA EN LA MEMORIA DE MICAELA FLORES AMAYA ‘LA CHUNGA’. La bailaora de pies descalzos recientemente fallecida a los 87 años

De Crónicas

ÁVILA EN LA MEMORIA DE MICAELA FLORES AMAYA ‘LA CHUNGA’. La bailaora de pies descalzos recientemente fallecida a los 87 años

ÁVILA EN LA MEMORIA DE MICAELA FLORES AMAYA ‘LA CHUNGA’. La bailaora de pies descalzos recientemente fallecida a los 87 años
ÁVILA EN LA MEMORIA DE MICAELA FLORES AMAYA ‘LA CHUNGA’. La bailaora de pies descalzos recientemente fallecida a los 87 años
Jesús Mª Sanchidrián Gallego
  • 08 de Enero de 2025

Han pasado 64 años de aquel día en el que ‘La Chunga’, la bailaora flamenca de pies descalzos, Micaela Flores Amaya (1938-2025), eligió Ávila como testigo de su matrimonio con el director, compositor y guionista de cine José Luis Gonzalvo Monterde (1934-1997). La boda fue un acontecimiento de enorme repercusión social, lo que propició que la ciudad alcanzara gran protagonismo en los ecos de sociedad de toda la prensa, aún a pesar de secretismo inicial con el que se llevó a cabo la ceremonia. Ello convirtió la celebración en un evento siempre recordado en el anecdotario capitalino y del templo parroquial de San Pedro donde tuvo lugar.

Ahora, a propósito de la muerte de la bailaora, ocurrida el pasado 3 de enero, a los 87 años recién cumplidos, como ya publicó este diario (DAV, 4/01/2025), tras luchar contra el cáncer de pulmón desde 2011, recordamos aquella fecha y otras posteriores en las que el flamenco de aquella gitana de pies descalzos se reencontró con Ávila.

La primera vez ocurrió cuando la bailaora ya era famosa internacionalmente y decidió, por un momento, alejarse de los focos y el bullicio de Madrid, así como del ‘acoso’ de la prensa rosa y sensacionalista de la época. Entonces, cuando contaba con 23 años, escogió Ávila para celebrar su boda, casi de forma furtiva, y hasta aquí llegaron los novios en un Seat 1400-C, matrícula de Barcelona conducido por el fotógrafo Ramón Masats.

El novio, José Luis Gonzalvo, natural de Zaragoza, cuatro años antes se había matriculado en el Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas para estudiar dirección, en la misma clase que José Luis Borau, Mario Camus y Chus Lampreave, entre otros. Su primer éxito le llegó en 1959, al concedérsele la Espiga de Oro en la Semana Internacional de Cine de Valladolid (SEMINCE), festival consagrado por entonces al cine Religioso y de Valores Humanos.

El cortometraje premiado fue un entrañable documental etnográfico titulado La sangre. Apuntes de geografía humana en España, producido por José Luis Dibildos, que trata sobre la vida y tradiciones del pueblo abulense de Pedro Bernardo, deteniéndose en aspectos de la vida cotidiana en el campo, una novillada y en el duelo y entierro de un paisano.

La boda, en principio, iba a tener lugar en Pedro Bernardo, lo que tuvo que desecharse al hacerse pública. Así que la ceremonia tuvo lugar en la intimidad en la parroquia que preside la plaza del Mercado Grande de Ávila, a las ocho de la mañana. «Al fin, José Luis Gonzalvo y ‘La Chunga’ lograron contraer matrimonio como ellos querían, con sencillez, sin ostentación, sin olor de popularidad», escribió el reportero Andrés Ruiz Castillo.

Actuó como monaguillo el director de Radio Ávila, Juan Gómez Málaga, dice Mayoral, si bien todo fue pura casualidad, pues coincidió que se encontraba en la iglesia para oír misa, lo que facilitó la presencia inmediata de algunos periodistas. Fueron los padrinos Cándido Pérez Gallego y la señora Monserrat Masats, por delegación de Luis García Berlanga y su esposa que se encontraban en Barcelona.

A continuación, el matrimonio desayunó en el café restaurante “Pepillo’ huevos fritos con chorizo y vino de la tierra. Concluido el almuerzo, “La Chunga” plasmó un original dibujo en el libro de firmas de ‘Pepillo”, una simpática muestra de su afición artística que pronto se prodigó en numerosas exposiciones de pintura naíf en París y otras ciudades españolas.

Después, la pareja recorrió las calles de Ávila y regresó a Madrid, donde esa noche bailaba Micaela, mientras que su marido tenía que montar su última película, La cogida de la muerte, sobre poemas de García Lorca dedicados a la muerte de Sánchez Mejías, protagonizada también por ‘La Chunga’, aparte de que tenía que enrolarse en unos días para cumplir el servicio militar.

El acontecimiento fue reseñado en Ávila por el periodista José Mayoral (DAV, 21/03/1961; y ABC, 22/03/1961), y en, exclusiva, en el estupendo reportaje gráfico que hizo Ramón Masats Tartera (1931-2024), fotógrafo que años después también ilustró el libro de Miguel Delibes Viejas historias de Castilla la Vieja y retrató el iglesia de santo Tomé convertida en garaje, tal y como escribimos en estas mismas páginas (DAV, 25/10/2020).

Las fotografías de Masats se publicaron en la revista Gaceta Ilustrada, nº 234 del 1de abril de 1961 con texto de Ruiz Castillo, quien destaca: «‘La Chunga’ lleva el baile en la sangre. Sus antecedentes como bailaora no hay que buscarlos en el hecho de que sea prima hermana de la también famosa Carmen Amaya, sino en algo tan antiguo como el origen de su raza. Baila a su aire, sin sujeción a ninguna norma, según le sopla la inspiración y el temperamento. Ha confesado que no sabe nada de bailes, que no quiere entender de coreografía académica, y hace de su baile flamenco algo personal, íntimo, espontáneo. Sin pretenderlo, sin intuirlo siquiera, representa los puros valores de la danza. En ‘La Chunga’ el baile recobra su sentido primitivo, su carácter de rito y excitación orgiástica».

Antes de casarse, La Chunga ya era una consagrada bailaora que había trabajado con Pastora Imperio (1956), había debutado en el tablado El Corral de la Morería, había actuado de la mano de Ava Gardner en dos películas en Hollywood, también en Las Vegas y en Méjico, y bailado en París, donde fue portada del semanario Paris Match (1957), aparte de hacerlo en también en giras por Europa, América, Japón y Australia. «Era la niña gitana, temperamental, guitarrera, trepadora, inspiradísima. Se le notaba la raza, se le notaba el genio bajo la piel ofidia», escribió Francisco Umbral (Mundo Hispánico, 182/1963).

Más aún: «Su presencia en cada escenario era un espectáculo inolvidable: descalza, con los pies firmemente conectados al suelo, transmitía una energía y una pasión que cautivaban al público» (M. Terrino, Revista Flamenca Fuente Vieja, 4/01/2025).

En aquellos años, la imagen de ‘La Chunga’ era famosa y de sobra conocida por el público abulense, como demuestra la portada de El Diario de Ávila del 5 de mayo de 1959 dedicada a su figura en una capea con Luis Miguel Dominguín, a través de quien conoció a Picasso, en la finca de la Cuesta de las Perdices. En la misma época, actuó en las películas Apuesta por un jinete (1957), dirigida por Richard Thorpe, y en De espaldas a la puerta (1959), con dirección de José Mª Forqué. Títulos estos a los que siguieron otros: El último verano (1962) de Juan Boch; La cogida de la muerte (1963) y Ley de una raza (1970), realizadas por su marido José Luis Gonzalvo, y Papá Piquillo (1998), de Sáenz de Heredia, quedándose sin terminar la película biográfica en la que trabajaba Berlanga en 1963.

Los padres de Micaela Flores eran andaluces emigrantes en Marsella (Francia), donde nació en 1938 y desde donde se trasladó con la familia cuando tenía un año a Barcelona, «ciudad donde se inicia artísticamente a los seis años bailando por los bares, hasta que la descubrió el pintor Francisco Rebés, quien encauzó su trayectoria artística y la presentó en el Cabaret El Emporium, convirtiéndose en una figura atrayente para un grupo de intelectuales catalanes. En el estudio de su protector, se aficiona a la pintura, practicándola al estilo naif o ingenuista, arte en el que adquirió también notoriedad, exponiendo en Paris, Madrid y otras capitales españolas, escribe el flamencólogo José María Ruiz Fuentes:

«Arte grandeza y sabiduría/ la Chunga en su cuerpo tiene, / viéndola bailar es un genio / porque con sus pie descalzos / tiembla de envidia el suelo, / Arte que le regalo dios / para orgullo del mundo entero».

La fuerza y autenticidad de La Chunga no pasaron desapercibidas. En Barcelona, entabló amistad con figuras como Salvador Dalí, Pablo Picasso, Rafael Alberti y León Felipe, quienes veían en ella una musa contemporánea. Todas las reseñas de su biografía recogen que el «frenesí que 'La Chunga' transmitía con su baile llamó la atención del pintor Salvador Dalí, quien le propuso una obra muy especial, un lienzo que disponía en el piso sobre el que deja varios tubos de pintura. Al son de la guitarra de Ramón Gómez, 'La Chunga' bailó descalza sobre la tela extendiendo el color y creando así un nuevo arte, la pintura con los pies».

Alberti, por su parte, encontró en su baile una expresión poética del alma flamenca dedicándole este poema: «El primor, / la gracia de los primores, / como una brisa quebrada / contra el junco de una flor / o un relámpago de flores. / Alada brisa salada».

También fue musa de Camilo José Cela. Para él y Joan Miró, bailó y leyó Los niños tontos de Ana María Matute. José Bergamín le dedicó el siguiente poema:

«La soledad de tu alma, / la soledad de tu cuerpo, / las guarda tu corazón / para ti sol en secreto». Lo mismo que recitó Blas de Otero: «Soleá. / Aroma de llama negra. / Guitarra, rompe a llorar». También fue admirada por José Manuel Caballero Bonal, quien presentó varios espectáculos suyos, igual que también conferenció en la presentación de la Peña flamenca ‘Antonio Chacón’ de Ávila en 1971.

El 12 de diciembre de 1962, El Diario de Ávila reseña  una nueva visita de ‘La Chunga’ a la ciudad: «Micaela Flores y José Luis González, señores de Gonzalvo, han estado en Ávila. Unos turistas más. Naturalmente, con la singularidad de que ella era ‘La Chunga’».

Y a la pregunta que quiso hacer el periodista a la bailaora sobre «sus recuerdos y su opinión de esta ciudad que forma parte esencial en un trascendental momento de su vida», el redactor se responde: «La respuesta está en su venida. En su vuelta a pasear nuestras calles y plazas. Seguro que irán también a ‘Pepillo’ donde aquella mañana del sesenta y uno en que la Primavera nacía, momentos después de los ‘síes’ de rigor en la románica iglesia de San Pedro, celebraron el banquete nupcial con huevos, chorizo y buen vino».

Otro encuentro en Ávila se produjo con el espectáculo «La Chunga en la UNESCO», el mismo con el que la bailaora trató de divulgar la interpretación que hizo en el Palacio de la Unesco de París en 1964, dedicado al «auténtico cante y baile gitanos». Sobre ello, El Diario de Ávila había anunciado:

«‘La Chunga’ actuará en Ávila, así como en otras capitales. También llevará a cabo otra gira gratuita al concluir la primavera, en el curso de la cual bailará en la plaza mayor del pueblo elegido como representativo de nuestra provincia» (DAV, 23/10/1965).

Dos años después, en 1967, la bailaora es noticia en EL Diario de Ávila  por las declaraciones del alcalde de Arenas de San Pedro, Carlos Alonso Colino, quien presume de la marcha de la urbanización de la zona del Berrocal, donde «se han cedido las primeras parcelas a nombres hartamente conocidos en las letras, la música, la pintura, el teatro y el deporte, con el objeto de que se hagan su chalet», entre los que figura ‘La Chunga’ (DAV, 30/12/1967), sin  que conozcamos el desarrollo último de aquella iniciativa.

A finales de los sesenta, y en los setenta del siglo pasado, ‘La Chunga’ colabora con Lola Flores y vuelve a los tablaos madrileños, y hace algunas apariciones en televisión. En 1970 inaugura, como primera estrella, el Café de Chinitas, promovido en Madrid por los Hermanos Heras. El café tomó el nombre de la canción popular recopilada por Lorca en la que se narra el desafío hecho por el torero 'Paquiro' en el Café de Chinitas malagueño. El propio Lorca tocando el piano, grabó la canción junto a 'La Argentinita' el año 1931, cuya letra dice: «En el café de Chinitas, le dijo Paquiro a su hermano, yo soy más valiente que tú, más torero y más gitano».

Al su  casa  del Café de Chinitas volvió ‘La Chunga’ durante el mes de octubre de 1996, donde siempre fue la bailaora estrella, con una memorable función dedicada a Federico García Lorca. Un nuevo homenaje al poeta de Fuente Vaqueros se repite en 2015, coincidiendo con el 45 aniversario del Café, en el que la gitana descalza es una de las figuras que se recuerda en las sucesivas veladas del espectáculo  titulado ‘Recodando a Lorca’, en el cual participa también Carmen Linares, la cantaora abulense de adopción, junto con otros artistas de la danza y el cante, a muchos de los cuales acompañó en su carrera el consagrado guitarrista abulense de Fresnedilla, Pepe Moreno Fernández (nac. 1943) y a quien pudo escucharse en Ávila.

Desde la última década del siglo pasado y principios del XXI, cuando ya estaba alejada de los tablados y se dedicaba a la pintura naíf, en un estilo propio que nos enseñó en Ávila, ‘La Chunga’ nunca faltó a la fiesta folclórica de famosos que cada año organizaba el empresario Constancio García Fuentes, conocido popularmente como ‘Costa’, en la Hostería de Bracamonte. La convocatoria de esta celebración finalizó bruscamente por la trágica muerte del ‘Costa’ ocurrida el 23 de agosto de 2006, así que la habitual visita de ‘La Chunga’ lo fue para asistir al funeral de su amigo abulense de 59 años. Hoy, el llanto es por su memoria y el arte flamenco.

Finalmente, anotamos que de su matrimonio con José Luis Gonzalvo, de quien se enamoró Corral de la Morería, ‘La Chunga’ tuvo tres hijos, Curro, Luis y Pilar, siendo estos los versos con los que la conquistó: « ¡Y que viva mi niña, / viva el centeno!, / que es más duro que el trigo / que es más moreno. / ¡Y que viva mi niña, / viva el centeno!».