En esta segunda parte del artículo temático dedicado a la representación gráfica de la ciudad de Ávila, tal y como se recoge en la historiografía de 1570-1900, nos ocupamos ahora de aquellas composiciones incluidas en álbumes artesanales, elaborados para uso exclusivo promocional de la corona o con motivo de grandes efemérides; en litografías que forman coleccionables que se insertan en medios impresos; en publicaciones dedicadas a la historia del arte; en reproducciones de la atractiva vida teresiana; y estampas que ilustran las guías y recueros de viajes; y en las novedosas ediciones impresas en fotograbado y fototipia.
ÁLBUMES ARTESANALES.
Antes de que la fotografía se incorporara a los medios impresos, la misma se editaba formando álbumes artesanales, como foto-libros al uso, de los que se realizaban un número indeterminado y escaso de ejemplares con los que se promocionaban las obras públicas o la España monumental. Este es el caso del álbum de Clifford titulado Recuerdos del viaje de SS. MM. y AA. RR. A Valladolid y de la solemne inauguración del puente Príncipe Alfonso (1858), editado por la “Sociedad General de Crédito Moviliario Español”, constructora de la línea ferroviaria del Norte, y en uno de cuyo ejemplar encontramos la imagen del puente de Arévalo.
Con igual formato es el Álbum Monumental de España. Colección fotográfica de sus mejores obras arquitectónicas (1863-1865) de Charles Clifford, a cuyo tomo último se suman varias fotos de Ávila realizadas por Laurent de Santo Tomás, Mosén Rubí y el palacio de Polentinos.
Otro ejemplo es el álbum Chemin de Fer du Nor de L’Espagne. 30 vues photographies des principaux ponits de la ligne (1864) de Auguste Muriel, editado en París con motivo de la inauguración de la línea ferroviaria, cuya crónica fue escrita por Gustavo Adolfo Bécquer, donde Ávila ocupa un lugar preferente en una vista general y otras de la puerta y basílica de San Vicente.
Y qué decir tiene del coleccionable Monumentos artísticos de España (h. 1879) del toledano Casiano Alguacil, autor de casi un centenar de fotografías de Ávila y una de Arenas de San Pedro, que comerciaba en láminas por entregas aderezada con textos históricos.
En Ávila hicieron lo propio los Hermanos Torrón componiendo el álbum de la ciudad monumental titulado Recuerdos de Ávila (1882) de excelente calidad que se exhibió en la exposición agrícola celebrada en el monasterio de santo Tomás.
Y también añadimos el extraordinario Álbum de vistas de Ávila (1888) de Lévy et Cie que pertenece a la colección del marqués de Benavites y de san Juan de Piedras Albas donada al Estado y depositada en la Biblioteca abulense. Lo mismo que hacemos del original Álbum de fotografías de Ávila dedicado a don Práxedes M. Sagasta por Rafael de Sierra e 1897.
Finalmente, como vestigio de la producción de libros artesanalmente es el incalculable trabajo manuscrito del Catálogo Monumental de Ávila (1900-1901) de Manuel Gómez Moreno con fotografías originales suyas y de Casiano Alguacil, pegadas sobre hojas que ilustran los textos científicos del catálogo, el cual fue, finalmente, editado más de ochenta años después, en 1983, por la Institución Gran Duque de Alba.
LA IMAGEN IMPRESA.
A partir de 1865, la imagen de Ávila empieza a reproducirse en libros con cierta frecuencia a través del dibujo y a la litografía, o el grabado por artistas como Francisco Xavier Parcerisa, Cecilio Pizarro, Hotelínd, Joaquín Sierra, George Meisenbach y Vilaplana, entre otros. A modo de muestra, hemos seleccionado una serie de libros singulares que enseñan la ciudad dibujada: Recuerdos y bellezas de España: Ávila (1865) de José Mª Quadrado; La Crónica General de Ávila (1870) de Fernando Fulgosio; España: sus monumentos y artes, su naturaleza e historia: Ávila (1884), de José María Quadrado; Guía del viajero en Ávila (1886) de Emilio Valverde y Álvarez; España Artística y Monumental (1889) de Pedro de Madrazo; Descripción e Historia Política, Eclesiástica y Monumental de Ávila (1890) de Valentín Picatoste; La Basílica de San Vicente en Ávila (1894) de E.M. Repullés.
En muchas ocasiones, dichos dibujos se realizaban a partir de las fotografías que hizo J. Laurent, principalmente, quien en el vertiginoso proceso productivo de la impresión de imágenes había creado un banco de imágenes que comercializaba miles de negativos de toda España y de Ávila, proporcionando clichés de vistas y monumentos a todo tipo de guías y publicaciones.
Una de las obras más importantes de la historia gráfica de Ávila es la dibujada por Francisco Xavier Parcerisa (1803-1876) para el libro Recuerdos y bellezas de España (1865) escrito por José Mª Quadrado, donde algunas vistas litográficas fueron realizadas no a partir de un dibujo, sino de un daguerrotipo o una fotografía, lo que indica el alto grado de perfección y realismo de la imagen, sin que por ello la obra pierda un ápice de su, valor artístico.
Parcerisa hizo un total de 22 estampas de Ávila y Arévalo para el libro de Quadrado, incluyendo los monumentos, de la capital abulense de la Catedral, la Puerta del Alcázar, San Pedro, San Vicente, Mosén Rubí y el Palacio de Polentinos. De todos ellos, el dibujo del ábside de la catedral ofrece la misma perspectiva que la fotografiada por Clifford, mientras que la vista de la fachada meridional de, San Vicente es prácticamente igual a una de las, fotografías de Laurent. Parcerisa, además de litógrafo y daguerrotipista, fue académico de la Real' de San Fernando y participó como pintor: en las exposiciones Nacionales de Bellas Artes celebradas entre 1856 y 1866, obteniendo en ellas diverso premios y galardones por sus cuadros.
HISTORIA DEL ARTE.
En la historia del arte de Ávila destaca un bello dibujo del ábside de la catedral, junto a otro de la puerta de San Vicente, que realizó y grabó al aguafuerte en 1866 Cecilio Pizarro, el cual fue efectuado a partir de la fotografía que hizo Laurent de la misma vista (El arte en España, 1866). Anteriormente, Pizarro había participado como dibujante' en el libro editado por Pérez Villaamil con el título España artística y monumental (1842), y había colaborado en el Semanario Pintoresco Español y en El Museo Universal. Cecilio Pizarro y, como pintor, participó en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes en siete ocasiones entre 1858 y 1878.
Entre los grabadores académicos encontramos la copia de Bartolomé Maura del cuadro de Valeriano Bécquer titulado El escuadro publicado en El grabador al aguafuerte (1874). Y también de Valeriano Bécquer destacamos el cuadro la Romería e Sonsoles¸ y otros dibujos de Ávila fechados en 1867 que se incluyeron el álbum de Oeuvres d´art en photographie. l´Espagne et le Portugal au point de vue artistique, monumental et pittoresque (1879) de J. Laurent.
Finalmente, de la mano de Juan de Dios de la Rada y Delgado llama la atención la grandiosa litografía de la ciudad que grabaron Millán y Donon para el tomo XI de la publicación Museo español de antigüedades (1880) con texto de Franciso Mª Tubino, igual que años antes el Museo se había ocupado de la sillería del coro de Santo Tomás, los púlpitos de la catedral y del Sepulcro del Tostado.
ÁVILA TERESIANA.
La colección más completa de dibujos y grabados sobre Ávila y la denominada “España Teresiana” es la que realizó en 1866 el peregrino flamenco J. F. Hye Hoys, formada por más de quinientas imágenes de trazo lineal limpio y preciso que representan palacios, conventos, lugares, escenas locales, tipos personajes, y reliquias relacionados con la vida de la Santa abulense.
Los numerosos motivos iconográficos dibujados por Hoys y publicados en 1893, y su vocación universal por captar todos los elementos artísticos, arquitectónicos, paisajistas, humanos y costumbristas que rodearon la vida de Teresa de Ávila.
Aprovechando igualmente la querencia popular de Santa Teresa y su gancho comercial, el historiador y jurisconsulto aragonés Vicente de la Fuente y Condón editó Obras de Santa Teresa de Jesús (1881) con el retrato que le hizo Juan de la Miseria; Vidas de santa Teresa de Jesús. Ilustrada con 18 lámina cromo-litográficas (1882); Tercer centenario de Santa Teresa de Jesús. Manual del peregrino (1882); y Casas y recuerdos de Santa Teresa de Jesús en España. Manual del viajero devoto para visitarlas (1883), todas ellas lustradas con atractivos grabados de las iglesias y conventos abulense, y a cuyos títulos sumamos de escrito por José Mª Esteban Recuerdos y manchas del centenario de Santa Teresa con el retrato mejor de la santa (1883), impreso en Ávila por Magdaleno y Sarachaga.
RECUERDOS DE VIAJE.
Los libros de viajes de ingleses y franceses son buenos testimonios de una particular visión de Ávila. En esta línea la viajera filantrópica inglesa Lady Herbert recoge un bello grabado de la catedral (Impressions of Spain, 1866). Mientras que Valeriano Foulquier, un original dibujante y grabador francés, famoso por sus aguafuertes de las Fábulas de La Fontaine, ilustró el libo Voyage en Espagne (1869) de Eugene Poitou. En esta obra viajera Ávila aparece engrandecida en un dibujo de la plaza del Mercado Grande realizado a partir de la fotografía que en 1860 hizo Clifford, la misma vista que años después hizo Laurent. Los mismo textos y grabados de Foulquier se incluyen años después en la guía Souvenirs d’Espagne (1881).
En 1870, Fernando Fulgosio escribe la Crónica de la Provincia de Ávila, una breve historia ilustrada y descriptiva que se integra en la Crónica General de España. El libro está iluminado con un dibujo litografiado del busto de Santa Teresa de Jesús firmado por Llanta, junto a otros de "El Tostado" y Sancho Dávila, y en esta obra destacamos ahora varios dibujos, de Joaquín Sierra que reproducen con sencillez, las fotografías que hizo Laurent de la ciudad amurallada, del Convento de La Santa, del ábside de la Catedral, de la Academia y del Mercado Grande.
Aunque en los grabados de la Crónica no figura la firma del autor, los mismos tienen, igual traza que los rubricados por Sierra en La Crónica de Valladolid (1869), obra, escrita también por Fulgosio y donde los dibujos se hicieron igualmente a partir de las fotografías de Clifford y Laurent. Con anterioridad, Joaquín Sierra realiza en 1848 grabados en madera para El Semanario Pintoresco Español, en 1855 se presenta sin éxito a la cátedra de grabado de la Real Academia de San Fernando, y en 1862 colabora en la revista El Arte en España, publicación creada para cultivar, mentar y difundir el estudio de las bellas artes por medio de la litografía o con auxilio del grabado.
Otros dibujos sobre Ávila y sus gentes pueden verse en la Reseña Geográfica e Histórica, publicada en 1874 en Madrid por Francisco Boronat y Satorre hojas cromolitográficas, una por cada provincia y Ávila entre ellas con sus murallas y tipos con el traje popular. En Picturesque Europe, un libro editado en Londres en 1876-1879 por Cassel&Co, destaca un bello grabado del madrileño Charles Whymper sobre un dibujo de Harry Fenn que recoge la figura de un campesino tirando de una carreta de bueyes con la catedral y las murallas al fondo; mientras que en Les Vieilles d’Espagne: notes et souvenirs (1880) de Albert Robida, un paisano posa recostado en la fachada de la catedral.
Finalmente, la formación rocosa conocida como El canto del canónigo, situado, al final el Paseo San Roque de Ávila, es uno de los originales dibujos, el único de la capital, que hizo y litografió J. Cebrian para el libro Memorias de la Comisión del Mapa, Geológico de España. Descripción Física y Geológica de la Provincia de, Ávila (1879) de Felipe Martín Donayre.
En 1886 proliferaron en España un número importante de pequeñas guías de viaje de casi todas las provincias editadas y escritas por Emilio Valverde Álvarez, e ilustradas todas ellas con planos y grabados. Dichas imágenes son en realidad reproducciones fotograbadas a partir de las fotografías de Laurent. Tal es el caso de Guía del viajero en Ávila (1886), donde se incluyen ocho vistas de la ciudad, las cuales se corresponden con las de su catálogo, de 1867 tituladas Vista general desde los Cuatro Postes, Portada, del Palacio de Polentinos, la Catedral, la Iglesia de San Vicente, la Iglesia de San Pedro, el Convento de Santa Teresa, la Puerta del Alcázar, y la Puerta de San Vicente, si bien dichas reproducciones todavía son de deficiente calidad.
Curiosa es la guía España cómica. Apuntes de viaje (1887) que publicó Sinesio Delgado, donde Ávila figura dibujada en una graciosa escena de humor de Eduardo Sáenz Hermúa “Mecáchis”, al tiempo que en el mismo año dedicaba ilustrativas páginas de Ávila en España al terminar el siglo XIX con fotos de Laurent y dibujos de Ramón Cilla.
Y contrasta también el libro de viajes del pintor Darío de Regoyos acompañado del poeta Emile Verhaeren (La España negra, 1898) que incluye grabados en boj y donde Ávila se significa con una vista nocturna de la Puerta de San Vicente alumbrada.
Por su parte, Vilaplana es el ilustrador de la obra de Valentín Picatoste Descripción e Historia Política, Eclesiástica y Monumental de España para uso de la juventud. Provincia de Ávila (1890), donde se reproducen los grabados realizados a partir de las fotografías de Laurent de las vistas del ábside de la Catedral, la Basílica de San Vicente, el Convento de Santa Teresa, y el sepulcro de El Tostado. Algunos grabados de Vilaplana ya aparecieron en el libro Los españoles pintados por sí mismos (1843), una obra profusamente ilustrada con imágenes cómicas y costumbristas que alcanzó un notable éxito editorial. Vilaplana en su interpretación de las fotografías de Laurent no pretende hacer un calco exacto las mismas y se inclina por la sencillez que le exige la imprenta para facilitar y abaratar su reproducción.
ÁVILA EN FOTOGRABADO Y FOTOTIPIA.
La publicación en 1884 del libro España: sus monumentos y artes, su naturaleza e historia. Salamanca, Ávila y Segovia de José María Quadrado (reedición del publicado en 1865) introdujo entre sus páginas la novedosa técnica del fotograbado estampado a través del procedimiento autotípico patentado por George Meisenbach en 1882 en Múnich. Según este sistema, para reproducir la imagen fotográfica, ésta primero se descompone mediante una trama en minúsculos puntos y se fija en un cliché metálico fototipográfico a partir del cual, una vez entintado y estampado, se obtienen las copias impresas.
Siguiendo el procedimiento expuesto anteriormente, y a partir de las fotografías de Laurent, se reprodujeron diecinueve imágenes de Ávila, a saber: Vista general desde los Cuatro postes, la Catedral, la Basílica de San Vicente, el Sepulcro del infante don Juan en el Monasterio de Santo Tomás, el Convento de santa Teresa, la Puerta del Alcázar, la Puerta de San Vicente, el Palacio de Valderrábanos, la calle de Pedro Dávila, el Palacio de Polentinos, el Palacio de Núñez Vela, y el Palacio de Superunda. Completa esta interesante colección de ilustraciones una copia fotográfica original de época: de Laurent de la catedral abulense pegada en hoja aparte e incluida en el interior, y varios dibujos, de Brugada y de Pascó.
Con la aparición, de las nuevas técnicas fototipográficas ideadas a partir el método de Meisenbach pronto surgieron avanzadas empresas empeñadas en la impresión, y edición de imágenes fotográficas, directas, como lo fueron los establecimientos de fototipia Laurent, Thomas, y Hauser y Menet.
Buen ejemplo de los novedosos sistemas reprográficos es la obra España Artística y Monumental (1889-1890) de Pedro de Madrazo, donde se incluyen 160 láminas fototípicas correspondientes a los catálogos de Laurent teatralizados sobre pintura moderna española y monumentos arquitectónicos de España, entre cuyas imágenes figura la portada de la catedral de Ávila.
En esta época se publican también los libros ilustrados con fotograbados titulados Breve reseña histórica del Real Colegio de Santo Tomás de Ávila (1895) de Fr. Cayetano G. Cienfuegos incluyendo un grabado del monasterio; Estudio Histórico de Ávila y su territorio (1896), una completa obra histórica de la ciudad escrita por el archivero de la Hacienda Provincial de Enrique Ballesteros con prólogo de José Ramón Mélida; la Guía de Ávila (1896) de Antonio Blázquez y Delgado Aguilera; y la guía Monumentos de Ávila (1900) de Fabriciano Romanillos y Fernando Cid. Entre las páginas de estos textos se incluyen y repiten retratos de la ciudad monumental hechas por Ángel Redondo de Zúñiga y los aficionados locales Isidro Benito, Manuel Sánchez Ramos, el Marqués de Toca, Eduardo Arenal, Isidoro López Jiménez y José Tomé, con lo que, de alguna manera, se rompe la imagen universal de la ciudad monopolizada por Laurent, la cual se ve completada con nuevas y actuales vistas, como las del convento de San Francisco, el monasterio de la Encarnación, la iglesia de San Martín, y las Murallas.
Los fotograbados utilizados para las reproducciones debieron realizarse en la casa Laurent, ya que varias de las fotos publicadas las hemos visto en tarjetas postales editadas por esta empresa de fototipia para la que trabajaba como estrecho colaborador artístico Ángel Redondo de Zúñiga. De estos años es también la novedosa Guía del balneario Santa Teresa de Ávila (1897) del doctor Domingo Fernández Campa quien enseña el edificio que albergará a los acomodados clientes.
Ya a finales del siglo XIX, los álbumes fotográficos artesanales dieron paso a otros formatos impresos en fototipia con excelente resultado. Una buena muestra de ello es España ilustrada (1894) con reproducciones de Hauser y Menet de varias vistas de Ávila.
Ello también fue aprovechado por la bibliografía ilustrada de Ávila en la monografía titulada La Basílica de San Vicente (1894) escrita por arquitecto y académico Enrique Mª Repullés a raíz de las últimas obras de restauración llevada a cabo por él mismo. En esta obra se incluyen cinco excelentes fototipias de Hauser y Menet, y un fotograbado de la fachada sur restaurada. Completan el libro unos grabados el abulense Manuel Sánchez Ramos y otros tomados de la colección. Monumentos Arquitectónicos de España que hizo la Calcografía Nacional.
Del éxito de la fotografía monumental así reproducida pudo comprobarse en la publicación coleccionable por fascículos titulada Panorama nacional. Bellezas de España y sus Colonias. Un gran panorama y 14 fotografías (1896), editada por Hermenegildo Miralles, en la que Ávila encabeza el primer número con la panorámica desde Los Cuatro Postes que hizo Laurent en 1872.
Y también en fototipia José Thomas editó el bloc Recuerdos de Ávila (1896) de 14 vistas que fueron antesala de la producción de postales que tanto auge cobraría años después.
COLOFÓN.
Concluimos este nuestro escrutinio, siempre incompleto, pues es seguro que seguirán apareciendo nuevos títulos que ahora se nos escapan, recordando que no hemos abordado la riqueza histórica y literaria que aporta la prensa ilustrada. Terminamos entonces este recuento que finaliza con el siglo XIX, habriéndose a partir de 1900 una nueva etapa en la que surgen novedades editoriales extraordinarias que en este momento nos sobrepasan. Gracias que para que ello no ocurra, ahí están las bibliotecas.
CRONOLOGÍA BIBLIOGRÁFICA (II).
22)1887. España cómica. Apuntes de viaje. DELGADO, Sinesio (texto), CILLA, Ramón (dibujos) y SÁENZ HERMÚA “MECÁCHIS”, Eduardo (dibujos). Madrid: Ed. Semanario “Madrid Cómico”, Lit. Espíritu Santo, 188-1888.
39)1897. DELGADO, Sinesio; CILLA, Ramón (dibujos): España al terminar el siglo XIX. Madrid: Hijos de M. G. Hernández, 1897.
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