Con motivo de la festividad de Santa Cecilia (22 de noviembre), patrona de los músicos y Día Internacional del Músico, el Museo de Ávila ha querido festejar tan emblemática efeméride con un concierto a cargo del pianista argentino Eric Libertun (Buenos Aires, 1998), quien ha venido para la ocasión dese Budapest, donde se encuentra ampliando su formación musical.
Una hora antes del recital, celebrado el pasado viernes (24 de noviembre), en la Casa de los Deanes, se presentó al público un cuadro dedicado a Santa Cecilia encargado en su día por el músico afincado en Ávila Robustiano Martín Mayoral (1844-1926), padre del organista de la catedral, Eliso Martín Arribas (1873-1962). La pintura fue realizad por su alumno Manuel Sánchez Ramos (1855-1940), quien tocaba el violonchelo, era médico y ejerció de profesor en la escuela municipal de Dibujo.
Dicha presentación corrió a cargo del musicólogo Alfonso de Vicente Delgado, académico correspondiente de Ávila de la Real De Bellas Artes de San Fernando, descendiente de Robustiano Martín, quien ha donado al Museo el cuadro que siempre ha estado en el salón de la casa familiar.
Según contó Alfonso Vicente, la pintura fue bendecida en la iglesia de La Santa el domingo 26 de noviembre de 1899 en «una solemne función religiosa que algunos aficionados devotos dedicaron a Santa Cecilia, patrona y tutelar de los que profesan el ejercicio del divino arte» (Diario de Ávila, 23 y 28/11/1899).
A comienzos del siglo XX, y durante muchos años, por iniciativa del organista de la catedral Eliso Martín, la obra se llevaba a la Catedral coincidiendo con las festividades de Santa Cecilia, para que allí los músicos abulenses pudieran honrar a su patrona.
Ahora, el óleo ha quedado expuesto en la Casa de los Deanes del 24 al 26 de noviembre junto a una vitrina donde también se muestran los recortes de prensa de la bendición del cuadro, fotos familiares de Robustiano Martín dirigiendo a la agrupación musical que reúne a sus alumnos, retratos de Sánchez Ramos, y una carta de indulgencias concedida por el obispo de Ávila en 1912.
La actuación musical se celebró en el almacén visitable de Santo Tomé y estuvo protagonizada por el joven y premiado pianista Eric Libertun, cuyo repertorio, introducido por Alfonso Vicente, a buen seguro estaba formado por la música que se oía que se escuchaba en casa de Robustiano Martín.
El concierto fue abierto entonces con una suite de sencillas piezas compuestas por el propio Robustiano (Luisa - Redova; La luna de miel - Polca vals; Pepina -Polca; Armiño – Schotitis; Pepita - Mazurca y ¡Soy Bonita!). A continuación, sonó la música de Frédéric Chopin (Mazurcas o. 59) y de Robert Cschummann (Novellette op. 21 n. 8).
Finalmente, la última pieza interpretada por Eric Libertun fue «Fantasía Bætica», una obra excepcional de Manuel de Falla compuesta en 1919, poco después de que el músico granadino visitara Ávila, según carta de María Lejarra del 8-10 de septiembre de 1919, donde fue recibido por su compañero de estudios Eliso Martín, señala Alfonso Vicente, y al tiempo que se había planteado la posibilidad de compusiera una ópera con libreto de Enrique Larreta y decorados de Zuloaga.
https://youtu.be/BrgglT7bRH8
El concierto también puede seguirse en directo a través del canal del Museo de Ávila
https://www.youtube.com/watch?v=mf2TnIOR_y0