El 8 de octubre de 2023 se celebra por vez primera el «Día Europeo de Amigos de los Museos». Su objetivo es visibilizar y destacar el valor que aporta la sociedad civil agrupada en torno a asociaciones, fundaciones y programas de Amigos. Es una iniciativa europea liderada por las federaciones nacionales de Amigos de los Museos y cuyos protagonistas son las asociaciones, fundaciones y programas de Amigos y su comunidad de Amigos.
A este respecto, la Asociación de Amigos del Museo de Ávila, museo dependiente de la Junta de Castilla y León, junto a otras cuatrocientas asociaciones y fundaciones, pertenece a la Federación Española de Amigos de los Museos (FEAM). La FEAM, creada en 1983 y cuyos socios pasan de los cuatrocientos mil, forma parte, a su vez, de la Asociación Mundial de Amigos de los Museos que engloba a 28 países y cuenta con más de dos millones de asociados.
Los Amigos de los Museos son un movimiento altruista con una mayoría de personas voluntarias que desarrollan una actividad incesante y, en ocasiones anónima, fruto de la generosidad y pasión por la cultura.
Su objetivo principal es contribuir al prestigio y desarrollo del museo al que están vinculadas estas instituciones. También es muy relevante su papel en la sensibilización y fidelización de los ciudadanos.
Entre sus variadas acciones, contribuyen a incrementar los fondos del museo a través de la compra y donación de obras, financian la restauración de piezas, gestionan subvenciones y patrocinios para proyectos del museo y organizan actividades (conferencias, visitas, encuentros con artistas, cursos, viajes...) para los Amigos y público general.
Para reconocer dichas actividades y rememorar e identificar tal conmemoración, el logo elegido se ha inspirado en la bandera europea, destacando el color verde para transmitir la idea de la urgencia medioambiental, un elemento importante para la conservación del Patrimonio cultural. Desde ahora, cada año la fecha de celebración será el segundo domingo de octubre
En este contexto, la Asociación de Amigos del Museo de Ávila, que hoy cuenta con más de un centenar de miembros, surge como una peculiar agrupación dentro del movimiento asociativo abulense auspiciada en 1987 por personal del museo, investigadores, estudiosos y otros interesados por el patrimonio cultural vinculados a tan noble institución museística. Entonces, estos voluntarios decidieron recoger el testigo de aquellos pioneros y predecesores que en Ávila trabajaron por la implantación de un Museo de Bellas Artes, contribuyendo después a su enriquecimiento sin ningún interés crematístico ni de otro tipo.
Desde entonces, este singular grupo de ciudadanos se pegó como una lapa a un museo centenario, museo nacido en 1911 por el impulso de personajes honoríficos de la cultura que ya había sido proyectado en 1844 con la creación de las Comisiones Provinciales de Monumentos.
Son ya 35 años los que la Asociación lleva haciendo de enlace entre el Museo de Ávila y las gentes de esta tierra, contribuyendo con ello a revitalizar la idea de museo: «una institución permanente, sin fines lucrativos, al servicio de la sociedad y de su desarrollo, abierta al público y que realiza investigaciones sobre los testimonios materiales del hombre y de su entorno, los adquiere, los conserva, los comunica y, en particular, los expone con fines de estudio, educación y recreo», dice la Unesco.
No se trata de una etapa surgida de la nada, ni es la primera, ni la última en la que los abulenses se preocupan de su patrimonio, pues otros colectivos también muestran su interés por iniciativas similares. Este es un tiempo más en el que se apuesta por contribuir a la valoración y defensa de los valores históricos y artísticos.
En esto, los Amigos del Museo, como parte de la sociedad civil abulense, son la libre expresión y la respuesta que ofrecen junto a la gestión administrativa institucionalizada y funcionarizada de la cultura que había sustituido a aquella administración honorífica de siglos anteriores. En nuestro caso, 35 años de asociacionismo no son nada comparados con la centuria de existencia del viejo Museo, cuyos fondos están en continuo crecimiento gracias a las donaciones particulares, depósitos de otras instituciones y entregas de materiales producto de las excavaciones arqueológicas, así como de hallazgos casuales.
En este tiempo de vida de la Asociación, por ella han pasado cuatro presidentes: Elías Terés Navarro (1987-1998), Cristian Berga Celma (1994-2001), Mª del Carmen García Canales (2001-2004) y Jesús Mª Sanchidrián Gallego (desde 2005 hasta hoy), arropados siempre por la dirección del Museo, antes entre 1987 y 2016, por María Mariné Isidro y, actualmente, por Javier Jiménez Gadea, desde 2016. Y todos, acompañados por Amigos colaboradores y una generalidad de personas comprometidas con la cultura, algunos del los cuales han fallecido, como Sonsoles Paradinas, Rafael González, Senén Fernández y José Luis Gutiérrez Robledo, dejándonos un extraordinario recuerdo de su amistad.
En todos estos años, un variado grupo de personas se ha dedicado a la acción cultural con una idea común: la promoción de valores históricos y artísticos de la cultura donde nace una identidad que les une. Ha sido un periodo de voluntariado en el que se han ocupado una diversidad de hombres y mujeres libres e independientes en favor de la cultura que rezuma el Museo de Ávila, el cual es centro aglutinador de las culturas materiales e inmateriales de la ciudad y los pueblos de la provincia.
Se trata de una tarea de altruismo en la divulgación de conocimientos sobre el arte y la historia en general, sin agobios ni doctrinas. Ha sido y es una etapa en la que numerosos estudiosos e investigadores se han dado cita en el Museo de Ávila, se han hecho Amigos de la institución que les acogió y contribuyen a su apreciación apoyando sus iniciativas, consiguiéndose así aunar relaciones intergeneracionales y familiares, las cuales se han sucedido en el seno de la comunidad museística formada por conservadores, restauradores, vigilantes y otros trabajadores, asociados y público en general, donde coinciden pequeños, jóvenes y adultos, padres e hijos, profesores y estudiantes, investigadores y lectores.
Durante dicho periodo de activismo cultural, la oferta promovida por los Amigos del Museo ha sido de lo más variada y abierta a toda la sociedad abulense. En ella han tenido cabida exposiciones, conferencias, conciertos, concursos, publicaciones, viajes culturales y presentaciones de libros. Actividades estas sufragadas particularmente por los propios amigos, con las que contribuyen al desarrollo formativo de toda la comunidad, habiéndose acogido, en ocasiones, al mecenazgo particular y las convocatorias de ayudas del Ayuntamiento de Ávila y de la administración estatal y autonómica.
Los Amigos del Museo conviven con los trabajadores del centro, que también son Amigos, ocupando el mismo espacio que los cobija para acrecentarlo juntos como lugar de encuentro que alberga los valores milenarios de nuestra cultura reflejados en los fondos museísticos abulenses formados por hallazgos arqueológicos, testimonios etnográficos en extinción, y por buenos ejemplos de pintura y escultura.
A su alrededor, se produce el aprendizaje sobre la cultura popular testimoniada en viejos oficios de ceramistas, pastores, tejedores, herreros, canteros, carreteros y otros artesanos que dejaron su impronta de las formas de vida tradicional en las salas del Museo. Lo mismo que se ofrece una dedicación especial a la lectura atenta de los vestigios prehistóricos, celtas, romanos, visigodos, islámicos, judíos y cristianos que alberga la Casa de los Deanes, guardián del espíritu secular del museo y de esta tierra.
Cada año se suceden convocatorias que emplazan a los Amigos y al público en general cada 18 de mayo para festejar el “Día Internacional de los Museos” con lemas tan sugerentes como: “Museos y armonía social” (2010); “Museos y memoria. Los objetos cuentan tu historia” (2011); “Museo en un mundo cambiante. Nuevos retos, nuevas inspiraciones” (2012); o “Museos (memoria + creatividad= progreso social)” (2013); “Los vínculos creados por las colecciones de los museos” (2014); “Museo para una sociedad sostenible” (2015); “Museo y paisajes culturales” (2016); “Museos e historias controvertidas: decir lo indecible en los museos (2017); “Museos hiperconectados: enfoques nuevos, públicos nuevos” (2018); ““Los museos como ejes culturales: el futuro de las tradiciones” (2019); “Museos por la igualdad: diversidad e inclusión” (2020); “El futuro de los museos: recuperar e imaginar” (2021); “El Poder de los Museos” (2022); y “Museos, sostenibilidad y bienestar” (2023).
Nuevas citas son las que presentan las conmemoraciones culturales que han servido para que los Amigos del Museo participen en convocatorias públicas y celebraciones centenarias, bien organizadas por el propio Museo o por la Asociación, como las dedicadas al catálogo monumental de Manuel Gómez Moreno; a la figura de Isabel la Católica; a la publicación de El Quijote; al Museo centenario; al cuarto de siglo de vida de la Asociación; a la expulsión de los moriscos; a la figura del Marqués de San Juan de Piedras Albas y Marqués de Benavites, uno de los más ilustres benefactores del Museo; a Santa Teresa y su tiempo (“Ávila, 1515”); a los Hermanos Gustavo Aldolfo y Valeriano Bécquer en el 150 aniversario de su muerte; y al V centenario del movimiento comunero.
Al mismo tiempo, es reseñable la difusión de los nuevos fondos que engrandecen día a día la riqueza museística de la ciudad de Ávila y su provincia, gracias a las donaciones y descubrimientos que se suceden, lo que es otra de las tareas que llevan a cabo los Amigos del Museo.
Ahí están las conferencias celebrados sobre ellos, pudiendo citar las dedicadas a los canecillos de la basílica de San Vicente o el tesorillo de plata de El Raso, las mascaradas de invierno de la provincia, o los carros de Peñalba, Zorita de los Molinos y Navaluenga. Como buena muestra de ello, entre las más recientes adquisiciones que propiciaron amenas charlas, están la vieja valla publicitaria del Café Pepillo de Ávila o el carro fúnebre de Villatoro.
De la misma manera, es importante la divulgación de las peculiaridades de cada pieza que se guarda en el Museo, sobre las que sus responsables singularizan su relevancia a través de las exposiciones denominadas ‘Pieza del mes’, cuya difusión es una más de las contribuciones de los Amigos.
Entre estas piezas estuvieron la antigua vidriera de la iglesia románica de San Pedro, un horno mudéjar, una pizarra visigoda, una espada española, una colodra, unos ases de Vespasiano, alfares de la calle de la Cruz, un plato de engaño, un abanico taurino, la lucerna de Navasangil, un alabastro carmelitano, el pote de Ávila, hallazgos del palacio de los Serrano, la tabla de la Virgen y el niño con Hernán Gómez Dávila, el libro Historias de las Grandezas de la Ciudad de Ávila, la lápida de Don Pedro del Peso, la estatuilla de El Raso, las piezas del Castro de la Mesa de Miranda de Chamartín, un azulejo de Francisco Niculoso Pisano, las gorras de paja de Ávila, la ménsula de la ermita de las Aguas, un fragmento escultórico romano de Noharre, varias cerámicas de Daniel Zuloaga, el sepulcro de Abdalá El Rico, el sepulcro de Bernardino Barrientos, una bandeja de cerámica africana de la villa romana “El Vergel”, una tabla flamenca del Museo de Ávila representativa del “Ecce Homo”, un arca de caudales histórica, una fusayola de los Itueros, vasos campaniformes de Pajares de Adaja, “el ceramista Daniel de Zuloaga en una escultura de Sebastián Miranda”, una colodra decorada de Tornadizos, la citada valla publicitaria del café “Pepillo”, y los mencionados carros pintados, etc., siendo la última pieza el conjunto de “ushebtis” funerarios del antiguo Egipto que custodia el museo.
Entre las exposiciones artísticas organizadas por el Museo y algunas promovidas por la Asociación, y todas con implicación de los Amigos en su promoción, son reseñables la exhibición de las obras de José Luís M. Berrendo; los esmaltes del taller de Miguel Colmenero; las pinturas de Javier Paradinas y Miguel Ángel Espí; las esculturas y bocetos de Fausto Blázquez; los dibujos de los rollos de Justicia de Marín; los monumentos abulenses de Valentín Carderera; “De Ávila a la Meca: La Odisea de dos mudéjares”; los proyectos temáticos titulados “Los Bécquer y Ávila”, “El Mancebo de Arévalo. Vida y obra”, y “Rito y territorio. Ermitas de la provincia de Ávila”; la colección de botijos artísticos de Ismael Peña; unos dibujos de Eduardo Chicharro Briones; y la obra de Lorenzo Tardón, Manuel Cruz, Carlos Gredos y Antonio Veredas. Sumándose también las muestras de pintura abstracta “El primero de Fariña”, una iniciativa de los Amigos del museo, en colaboración con la bodega toresana, que procura el intercambio cultural entre el mundo del vino y del arte en armonía con las piezas arqueológicas de Museo. Entre las últimas exposiciones cabe citar “Diálogos con el pasado”, del escultor Emilio Sánchez y, en la actualidad, la retrospectiva sobre el dibujante y pintor abulense José Luis Herrero.
Además, la fotografía también ha se ha colgado en las paredes del Museo, lo que ha servido para la contemplación de viejas imágenes que son la “historia quieta, la memoria del tiempo” reflejadas en sucesivas propuestas de Jesús Mª Sanchidrián dedicadas a los pueblos de la provincia (“Estampas de la tierra de Ávila”), y a la capital abulense que transita por la historia ligada a la muralla medieval que la ennoblece y a su plaza más emblemática, la del Mercado Grande, y a los animales que laborean el campo (“Avileños). Más aún, el resumen de los primeros veinticinco años de la Asociación fue la reseña expositiva de otros tantos de acción cultural recogidos en recortes de prensa, fotografías de eventos, recuerdos de viajes culturales, folletos de exposiciones y portadas de publicaciones varias. Otras muestras fotográficas fueron las imágenes de película bajo la dirección de Agustín Macasoli, director de “Ávila y América” de Sánchez Bermejo; los retratos de cultura popular de Albert Klemm; y la propuestas presentadas por Antonino González Canalejo (“Los doce Amigos de Peñalara” y “El Barco de Ávila en la Edad de Plata´”, Juan Carlos González (“Los latidos de Gredos”), y José Luis Díaz Segovia y José Luis Hernández Iglesias (“Miradas ocultas en el Museo”).
El cine se hizo realidad en el instante pasional de 1999, año en el que se ve materializado el rescate ideado por la Asociación de la película documental “Ávila y América” que en 1928 dirigió José Mª Sánchez Bermejo con fotografía de A. Macasoli. La revitalización de esta proyección se repitió en 2013 con música de piano en directo de Ricardo Casas Ficher y una exposición. Otros documentales recuperados por los Amigos del Museo son el que hizo TVE sobre Manuel Gómez Moreno, autor del Catálogo Monumental de Ávila, y el de producción propia dedicado a la artesanía abulense, aparte de colaborar en la divulgación de didácticos documentales de las piezas del museo dedicadas al conjunto de verracos y cistas de Martiherrero, el mosaico de Magazos, el sepulcro de Abd Allah el Rico, el sepulcro de Serranos de la Torre, los carros pintados y los sepulcros hebreos, todos visibles a través de la página web del centro.
Los viajes y excursiones culturales programadas por los Amigos sirvieron para conocer las ciudades de nuestro entorno buscando interesantes puntos de encuentro, lo que ha ocurrido en Soria, Salamanca, Valladolid, Burgos, Alcalá de Henares, Madrid, Toledo, Guadalajara, Palencia, Segovia, Alba de Tormes, etc. En estas travesías se hicieron paradas en los museos del Prado, Santa Cruz, Thyssen, América, Cana de Isabel II, Cervantes, El Greco, Mapfre, Casa Lis, y los provinciales de Burgos, Salamanca, y Soria. Así como los de la Miel en Poyales del Hoyo, la Evolución Humana, el Naval, el Arqueológico Nacional, el Arqueológico Regional de Madrid, Ibarrola en Garoza, las Edades del hombre, el carmelitano CARMUS, el museo del vino en Toro, la Transición de Cebreros, la Real Fábrica de Cristales de la Granja, el Esquileo de Cabanillas del Monte, y el martinete de Navafría, entre otros, además de los que, por conocidos, no exigieron una visita específica. Como resultado, y a modo de ejemplo, quedó retenido en la memoria la belleza de las exposiciones pictóricas dedicadas a Tintoretto, Gauguin, Durero, Rembrant, Degas, etc. que los Amigos conocieron en excursiones a los museos madrileños.
En este peregrinaje también hubo tiempo para conocer la ciudad histórica de Arévalo, los monasterios de Las Huelgas, de Santa Espina, El Risco (Amavida), y Guisando; las iglesias y templos como la Colegiata de Toro, San Martín y Santa María del Castillo de Frómista, San Cebrián de Mazote y San Juan Bautista de Baños del Cerrato, el Canal de Castilla, el Madrid islámico, las antiguas mezquitas de Toledo, y sin dejar atrás nunca nuestra querida ciudad románica y renacentista con últimas visitas a las excavaciones de la muralla y del alcázar, al Centro de congresos y exposiciones “Lienzo Norte”, las tenerías de San Segundo y la dehesa de La Serna. Y no olvidamos los recorridos por los castros de Chamartín, El Raso, Ulaca y Yecla, los molinos del Adaja, los yacimientos de Atapuerta y los romanos de Alcalá de Henares y Numancia, las Villa romanas de la Olmeda y de Carranque, la ciudad visigoda de Recópolis, etc.
Los viajes culturales han permitido conocer mejor otras civilizaciones, lo que los Amigos han hecho en visitas a exposiciones viajeras fuera del Museo de Ávila, donde se reencontraron culturas como la egipcia en la exposición “Faraón”; la china en la exposición “Guerreros de Xián”; la celta y vettona en la exposición “Celtas y Vettones”; la ibérica y vettona en “Ecos del Mediterráneo”; la celtíbera en “Celtíberos”; la romana en “Roma”, la visigoda en “Hispania Gothorum”; la carpetana en “Los últimos carpetanos”; la medieval en “Isabel la Católica, la magnificencia de un reinado”; la morisca en “La Memoria de Alá. Mudéjares y moriscos de Ávila”; y la renacentista en “Teresa de Jesús, maestra de oración” en el marco de las Edades del hombre.
Las publicaciones y colaboraciones en iniciativas librescas de la Asociación han hecho posible la difusión de los fondos del museo, de la cultura tradicional y la artesanía, y de la cultura de vettones, musulmanes y templarios, por ejemplo, en folletos, libros y fotografías. Y sobre todo, se ha posibilitado la actividad divulgadora de interesantes investigaciones sobre historia, arte, arqueología, arquitectura, museología, restauración y etnología como lo atestigua de forma extraordinaria el libro Homenaje a Sonsoles Paradinas, editado por los Amigos del Museo con numerosas colaboraciones.
A mayores, la Asociación ha sido escaparate librero que se escenifica en actos de complicidad con los autores que presentan sus libros en el conmovedor espacio que ocupa el Museo de Ávila, un lugar cargado de historia que los Amigos disponen para el diálogo sobre títulos dedicados a la artesanía con Guadalupe Hontoria, a la magia de los pueblos y fotografía histórica con Jesús Mª Sanchidrián, al mundo vettón con Juan Pablo López, a la antigüedad tardía con Pilar Barraca, al rastro templario con Dámaso Barranco, también poeta autor del libro “Huellas sobre el granito, a las historias de Mesegar de Corneja de Pablo Martín Hernández y Elena Avellaned, a la herencia literaria de Omar Patún en su relato de Ávila a la Meca, a las excavaciones romanas recogidas por Rodríguez Almeida en su diario de Gabii, y al primer periódico de Ávila “El Porvenir Avilés” con Jesús Arribas.
Los catálogos publicados han servido para aquietar en el tiempo exposiciones perecederas y efímeras. Por ello, los Amigos del Museo se implicaron singularmente en las memorias y dibujos de Fausto Blázquez, en la pintura de paso de Manuel Cruz, en la cultura popular de Ávila que estudió y fotografió Albert Klemm en 1932, en las obras dedicada al V Centenario de Santa Teresa (“Ávila 1515”) y a Bernardino Melgar, Marqués de Benavites y de san Juan de Piedras Albas, así como a la otra visión que nos dejaron los mudéjares y moriscos que habitaron la ciudad, y la muestra de esculturas de Emilio Sánchez. A estos catálogos se suman los que solo fueron objeto de prestancia y colaboración, como los dedicados a los castillos de esta tierra, a las cien piezas del centenario del Museo, a la fotografía antigua abulense,
Las numerosas conferencias fueron el estrado donde se escuchando doctas teorías donde la palabra se ocupó temas históricos, arqueológicos, etnográficos y artísticos en numerosas jornadas de pública concurrencia con intervención de los directores María Mariné y Javier Jiménez Gadea, y autores como Armando Ríos, Luciano Díaz Castilla, Ismael Mont, Germán Delibes, José Luis Alonso Ponga, Juan Antonio Sánchez, José Luis Gutiérrez Robledo, María Teresa López Fernández, Pedro Tomé, Ignasi Ros, Pilar García Mouton, Manuel Moratinos, Emilio C. García Fernández, Pedro Javier Sánchez y Beatriz Sánchez Valdelvira, Xavier Casassas, Olaz Villanueva, Ana Echevarría, José Luis Díez Juste, Carlos del Peso, Serafín de Tapia, José Ramón Ayaso, Abrahan Rubio, y J. Francisco Fabián, entre una larga lista de expertos. Conferencias que contaron con la asistencia animada de los Amigos del Museo y un público atento y ávido de conocimiento de la propia historia. También cabe añadir la participación de la Asociación en los interesantes ciclos de conferencias bajo el título «Arqueología de Ávila. Actualidad y retrospectiva», con intervención de notales destacados especialistas (Fernando Diez, Elisa Guerra, Jesús R. Sanchís; Rosa Ruiz, Ascensión Salazar, Blas Cabrera, Jesús Caballero, Gregorio Manglano, Jorge Díaz y Alfredo Mederos.
La música es otra de las facetas que atrae la atención de los Amigos del Museo agolpándose en los conciertos de Navidad y otros que organiza el Museo con participación y/o colaboración de la Asociación amenizando las salas del Museo a través de las notas del piano de Elena Aguado y Sebastián Mariné; la dulzaina del grupo El Risco y la Banda de dulzainas de Ávila; las voces de las corales Amicus Meus y Camerata abulense; el sonido reggae de “DesdaKato Dadá”; los temas tradiciones interpretados por Gema Orgaz; el cancionero del marqués de Benavites; el folklore abulense de los grupos ”Cigarra”; la “Ronda del Cántaro” de Piedralaves y los danzantes de Paloteo de Hoyocasero, y “Trebejo”; la música del Mediterráneo con el grupo “Faluka”; la canción de autor de Ismael Peña; el repertorio del dúo "TA sus4" (Jesús Gutiérrez, guitarra, y Tasia Tichola, voz); los toques del maestro Lupi por la banda municipal; la guitarra clásica de Roberto Moronn y la flamenca de Óscar Herrero; la música española del romanticismo del grupo “Hispana Lyrica”; las canciones de “Los boleros de Babel”; las notas clásicas del grupo “Andreas Prittwitz/Lookingback”; la música de la nao Victoria con “Solinís Trío” (Euskal Barrokensemble); la música antigua “In dulci iubilo” con el grupo “Tres damas”; y las celebraciones de santa Cecilia con el “Dúo Telyn” (arpa y flauta) y “Lignum dúo” (fagot y flauta). En otras tantas ocasiones, ha sido Clara Álvarez quien ha deleitado a los asistentes con canciones populares y el rasgueo de la guitarra.
La cultura tradicional, presente en el Museo desde hace cien años, propició que los Amigos del Museo promovieran jornadas, siempre de acceso libre, dedicadas a la arquitectura popular, la artesanía, los molinos del Adaja, la indumentaria popular, la vida pastoril y la música tradicional, por ejemplo. También los Amigos y otros acompañantes visitaron el Centro Etnográfico de Joaquín Díaz en Urueña y el Museo de la Miel de Poyales del Hoyo, y viajaron por el mundo rural a través del vídeo “Ecos de la artesanía abulense”, de las estampas de Jesús Mª Sanchidrián que fueron expuestas entre las piezas del museo, y de las fotografías de Albert Klemm expuestas con el título “Así éramos”. De estas iniciativas surgió una colaboración decidida en la itinerancia por los pueblos de la provincia de diversas exposiciones, tales como “Castillos de Ávila” en Mingorría; “Imágenes de película” en El Barco de Ávila, Madrigal de las Altas Torres, Arévalo, Candeleda, Cebreros y Piedrahíta; y “Así éramos” de Albert Klemm en Hoyos del Espino, Arévalo y El Barco de Ávila.
La animación de la Asociación, contribuyendo a la promoción y divulgación de los talleres educativos entre los escolares, los cuales organiza y lleva a cabo el departamento didáctico del Museo, es otra de las tareas desempeñadas por los Amigos, a las que añadió la convocatoria concursos infantiles, como el dedicado a los caminos del arte de Manuel Gómez Moreno, o sobre cuentos “Érase que se era”. De la misma manera, también se ha contribuido a la promoción de las actividades de otras instituciones y de colectivos y asociaciones abulenses, lo que ha enriquecido el ideario de los Amigos del Museo de Ávila, a la vez que ello ha servido para compartir otras inquietudes socioculturales.
Los congresos y jornadas museísticas han servido a los Amigos del Museo de cauce de participación, entendimiento y mejora de la gestión cultural, como lo atestigua su asistencia a los foros de la Federación Nacional de Amigos de los Museos en Portugal, Cáceres, Madrid y Segovia, por ejemplo, o su colaboración en las XV jornadas de la Asociación Profesional de Museólogos de España reunida en Ávila. Lo mismo que la presencia en los medios han permitido reconstruir la larga trayectoria de la Asociación a partir de las reseñas publicadas, donde se da cuenta de su andadura a lo largo de estos años, y a ello se suma hoy estas líneas.
En definitiva, la Asociación de Amigos del Museo de Ávila, al lado del propio Museo, su dirección y empleados, sigue trabajando en favor de la promoción de la cultura tradicional, la arqueología y las bellas artes mediante actividades tendentes a su divulgación, difusión, sensibilización, contagio, estudio e investigación, compartiendo conocimientos y experiencias. Todo un compromiso con el desarrollo cultural de una ciudad y su provincia al que se suman otras muchas iniciativas del propio Museo y de otros colectivos e instituciones dirigidas a dar a conocer y divulgar todas las riquezas de muestro patrimonio cultural.
Así, en este Día Europeo de Amigos de los Museos, nuestra Asociación recuerda su actividad constante en favor de la cultura y el patrimonio histórico, que hace extensiva a todas las asociaciones de amigos de los museos, al tiempo que recuerda que sus puertas se encuentran abiertas a todas y todos los amigos que quieran formar parte de este ilusionante proyecto.
[Jesús Mª Sanchidrián Gallego es Cronista Oficial de Ávila y Presidente de la Asociación de Amigos del Museo de Ávila]