Domingo del Prado (nac. 1956) presentó su último libro este lunes en el auditorio de San Francisco acompañado del Concejal de Cultura, Ángel Sánchez, el Director del Diario de Ávila, Pablo Serrano, y un servidor ante un espectante público.
Entonces nos reunimos gentes deseosas de escuchar modernos romances de un visionario de la actualidad política, igual que antaño la población acudía a la convocatoria de ciegos y tullidos en plazas y mercados. En ello, y con esta publicación, Domingo del Prado se convierte en trovador y juglar, a la vez que recitador de nuevas composiciones de romances o coplas de ciego en rimas asonantes los pares y versos octosílabos escritos en modernos «pliegos de cordel» o «pliegos de ciego».
Pero nuestro protagonista no es un trovero cualquiera, pues además es novelista, comediógrafo, pintor, dibujante, caricaturista, viñetista y cuentista, aparte de haber sido maestro de escuela y pedagogo. Nació en la aldea leonesa de Pobladura de Yuso (hoy 29 habitantes – 17 varones y 12 mujeres). De niño se traslada al vecino Pinilla de la Valdería, pequeña pedanía de Castrocontrigo, comarca de la Valdería, cerca de La Bañeza. Estudió en los seminarios de La Bañeza y Astorga, y se licencia en Salamanca en Ciencias de la Educación. Lo suyo es el magisterio, maestro de escuela, en León, Zamora y Ávila (El Barraco) y en Ávila asesor de nuevas tecnologías del CFIE de Ávila, permaneciendo en esta tierra 30 años.
Hizo de su nombre el título de sus colaboraciones: “El humor del Domingo”, “Los lunes de Domingo”, “Los lunes domingueros” y “Caricaturas y semblanzas de abulenses de hoy vestidos de domingo”. Compuso Romances del Corona, y Romances en Bici, y romancillos de fábula. Pescó estrellas en el cielo y luego formó grupo con entregadas amigas, haciendo también teatro de ello en un estanque haciendo girar todo entorno a su obra “El pescador de estrellas”.
Viñetista e ilustrador de la actualidad, incluso chistoso, paseó su pluma de colores por periódicos de papel: Diario de León, Diario de Ávila y El Eco Escolar, El Adelanto de Salamanca, La Crónica de León, El Adelanto Bañezano. Caricaturizó las gentes de León (1984) y retrató “Caras y sonrisas” de casi Ávila entera: políticos, deportistas, escritores, periodistas, pintores, comerciantes, escultores, altos y bajos cargos públicos y privados (1994 y 2019). Algunos dijeron que no se parecían mucho, pero como dijo Picasso a la agitadora cultural Gertrude Stein:
"No me parezco en nada", exclamó la modelo. "Tranquila, con el tiempo te acabarás pareciendo", contestó Picasso. Si bien lo que realmente dijo el pintor fue que en adelante era ella la que tenía el deber de parecerse al retrato. Gertrude Stein no cesó hasta conseguirlo, contó Manuel Vicent.
Dibujó a plumilla los monumentos de Salamanca y de Ávila. Escribió teatro navideño para los niños, fábulas animadas (“¡Esto es de fábula!, 2004) y comedias sobre cuentos infantiles (“El lobo en el sillón”, 2011). Qué afinado crítico colaborador tuvimos en el Certamen de Teatro Infantil de Mingorría. Se hizo pintor fuera “del Prado”, aún teniendo la casa que alberga el museo madrileño, y llenó de color salas y salones en Ávila y León pasando por La Bañeza. También se hizo historiador y se metió contra los franceses de Napoleón que asolaron su tierra de La Bañeza.
Como bate fue merecedor del III Premio Nacional de Poesía Infantil Charo González (2010), y no se olvidó del poeta del pueblo “Segismundo de Santibañez” al que dedicó un entrañable libro. Además fue Premio Nacional de Poesía Tostón o Cochinillo de Arévalo (2003), y ahora, agradecido con la buena mesa condimenta versos y reversos «con sal y pimienta (a veces picante) y sin azúcares añadidos».
Sobre el libro titulado “Versos y reverso: romancero político-jocoso” (Monte Riego, ecd. 2023), Pablo Serrano apuesta en el prólogo y en la presentación por una infromación veraz que alimente una opinión crítica y plural, y a la vez entretenga, siendo los romances de Domingo, convertido ahora en reportero, una forma de acercarnos a la actualiad cotidiana, con ironía y alguna ilustración caricaturesca de los personajes protagonistas. Y aunque la mera publicación plantea algunas paradojas, pues hoy cada vez se escribe menos en papel, Domingo ha querido hacer atractivas “aleluyas” y trazar líneas torcidas formando palabras, igual que otras veces lo hacía en viñetas cómicas, emulando a los copleros, que corrían de pueblo en pueblo hasta los años sesenta del siglo pasado vendiendo sus relatos truculentos o insólitos en hojas volanderas, como las que reparte en este libro. Con ello, Domingo hace literatura popular y crítica política.
A la sazón, Domingo ha querido contar la actualidad política con humor y en verso, cosa que ya hizo en el Diario de Ávila y El Adelanto Bañezano durante los tres últimos años 2020-2023, por si alguien dejó de leer la prensa escrita. Son 52 romances, versos convertidos en reversos jocosos y risueños, irónicos y de doble sentido y juegos de palabras, con un humor siempre sano y un estilo divertido y desenfadado. Los suyos, son «sucesos, anécdotas, hechos y desechos de nuestros políticos de turno forman un auténtico Circo Nacional en el que actúan los payasos, malabaristas, equilibristas y domadores del pueblo. Un alegre y festivo desfile de los animales que forman nuestra fauna política, en una visión humorística y amena de la sociedad actual».
Deteniéndonos en el contenido del libro, nos topamos con el “Romance a Diego Maradona”, con el que Domingo inaugura la sección “Los lunes de Domingo” en Diario de Ávila, el 2/12/2020, en plena pandemia. Poco después, llegó la Nochebuena, y Domingo haciendo caso a las recomendaciones del ministro sanitario forma un “Manual del usuario”. Ya en 2021, anota: “¡Ay, cuánto cuesta la cuesta!”, de enero, y sin escaleras mecánicas, digo, mientras la Junta de Castilla y León adelanta el toque de queda: “Cada loco con su tema”. Avanza el año borrascoso y tormentoso entre covid y bajada del PIB, votan los catalanes, y cambian los peones en la partida del maestro de ajedrez don Pedro. Luego hay confusión con la libertad de expresión por los ripios de un Pablo rapero al que defienden y justifican dos Pablos más, mientras que otro Pablo cansado se opone por la ruindad de las pobres rimas, como se cuenta en el “Romance de Los cuatro Pablos”.
De don Pedro habla el coplero en “Andanzas de la Apisonadora”, que es rodillo de asfalto, a la vez que Igea da permiso en Castilla y León para ir de bares. Y “Después del terremoto… ¡la bomba!”, política, aclara el cantor, ante la convocatoria de elecciones sorpresa en Madrid para la primavera del 21 con doña Isabel, que no la de Castilla, y don Pablo el vice, que no el rapero encarcelado, que prefirió fugarse del gubernamental aposento que tenía. En marzo, Tudanca en Castilla y León se quedó solo con la “La emoción de censura”, dice la rima, mientras nos quedamos sin procesiones penitenciales por la pandemia y se vaticina “La batalla del Madrí y la cuarta olita”.
Una pregunta: “¿Somos tontos, tontas… o tontes?” Ustedes mismos, pero no olviden el nuevo lenguaje inclusivo’, y no hagan caso a los anticuados Cervantes y Lope de Vega, se apunta en este romance. Ya se conocen los resultados electorales madrileños y surge otra pregunta: “¿De Madrid al cielo… o al suelo?” Pues bien, unos se elevan a las alturas y otros a los infiernos adivina el ciego. En el capítulo de incidentes vacunales, por atender al jefe Polisario, llegan en aluvión emigrantes a las playas de Ceuta, y es que “¡Nos han mojado la oreja!”, dice el romance. Bueno, si a unos les indultan por un procés inoportuno, que a nosotros nos concedan “El indulto de la factura de la luz” que sigue subiendo, a lo que aplaude la concurrencia para satisfacción del rapsoda.
Se ríe el trovero de “El momento cumbre de la cumbre”, por la brevedad del encuentro de la OTAN entre Joe y Pedro, pues no fue más que un paso pedestre de 20 metros en 54 segundos que ya forma parte de los anales. Y en julio, después de las fiestas del Orgullo, se apunta el proyecto de la “Ley Trans para todos, todas y todes”, lo que ahora parece más cosa de cómicos juglares que de trovadores poetas, dice la rima. Estamos en “Un verano muy caliente”, y calientes se ponen las cabezas, y calenturas salieron en la pseudorrenovación ministerial los defenestrados y defenestradas, a lo que sigue “El volcán de la política” que eructa como el volcán de La Palma, a la vez que en otros lugares pasean lo lobos, prohibiéndose la caza, a lo que ovejas, cabritos y cabrones, chotos y terneros balan y mugen, “¡Menos lobos, Excelencia!”, exclama el público. Menos carne y más verde, dice el ministro gastronómico, a lo que el Presidente añade de postre, y como alimento del espíritu, un “bono cultural” para los que están en edad crecedera, así que “¡Toma el dinero y corre!”, se anota.
En noviembre del 21, los “peperos” se pelean con la buena letra del “Romance de los Preso Puestos”, lo mismo que montan gresca el Presidente de JotaCyL y el Jefe de la Oposición, lo que no impide se aprueben los presupuestos de la nación que manda Pedro el Magno. Y si todo el mal que aqueja a la Hispania “Será culpa del gobierno”, puede que también lo sea la moda de incorporar palabros a nuestro rico idioma, como “number guán”, “blask fryle”, “coach”, “míster”, “footing”, “runner”, etc.
Para la navidad de 2021, unos “Consejos culinarios navideños”, previo despido de políticos por unos días, regados de humor que aunque no cura, alivian. Las inocentadas se producen con “Las noticias de la mañana”: Bajarán los impuestos, no habrá pactos en Cataluña y se hablará castellano, Tudanca y Mañueco firmarán las paces en CyL, y el ministro del ramo comerá chuletón. Y con el nuevo año, Domingo agradecido proclama un “¡Gracias, Reyes Majos!”, por los sorprendentes regalos políticos, al tiempo que se hace eco del culebrón del tenista Yo Covid en el “Romance del Novac unado”.
Pronto la realidad choca en “El gran duelo” con la convocatoria de elecciones autonómicas en “La gran carrera de caballos” que ganará la cuadra del Pepé montado por don Mañu, pero que tendrá que cabalgar con el tercero, quien luego cabalgará en una nueva galopada presidencial en el “Romance de Don Alfonso y el caballero Gallardo”.
En el mundo infeliz, en vez de escribir en broma, Domingo grita NO A LA GUERRA, y a la PAZ: ¡SÍ!, así que “¡Déjanos en paz, Putín!”, a quien don Pedro atribuye los males de las Hispanias, todo “Culpa de Vladimirón”. ¡Ay!, si levantara la testa Benito Pérez Galdós, “Gracias, Antonio”, nueva onomástica de Pedro bautizada por el signori italiano. Por el cielo campea el Pegasus en el “Romance de los espías” en lo que más bien parece “La vieja’l visillo”, a la vez que en la Hispania aterriza de garbeo el viejo Rey, ¡Tiene mérito El Emérito¡”. Mejor recibimiento tiene su majestad Rafa Nadal de los “Grandes Eslámenes” en “Loa al Rey de la Tierra”, coronado en Rolán Guarrós.
“Las barbas en remojo” es la recomendación a don Pedro I, después del afeitado y trasquilones que sufrieron en Andalucía en la barbería electoral otros tantos compañeros de filas. En Madrid, “la NATO da la NOTA” con asistencia del Presidente de las Américas y otros gerifaltes, mientras a nosotros nos dejaron con tres cuartas de narices y los precios disparatados en vísperas de las vacaciones estivales. A la vuelta del veraneo, nos enteramos, casi por casualidad, de que “¡Sh’a muerto la reina!”, la británica, lo que casi pasó desapercibido. ¡Qué pena morir tan joven, no tenía ni una centena! En la Fiesta de la Hispanidad del 12 de octubre y en el tradicional desfile se espera el banderazo de salida, pero el “Presidente Tardón” se retrasa un minuto que pareció una eternidad, aunque “más vale tarde que nunca”.
Sigue la gresca y la bronca en “Dos borricos y una noria” a propósito de la renovación del Consejo del Poder Judicial, sin saberse quien se llevará la zanahoria. Y más rasgaduras de vestiduras, “Cosas veredes, amigo Sancho…” que farán fablar las piedras, que Catalonia “indepen- diente” se concederá el indulto a los condenados y condenadas por el “procés”. ¡Ay! Abenámar, Abenámar inspirador del “Romance de Pero Sánchez”. Qué fijación.
Con el año nuevo de 2023, Domingo anuncia la llegada de “¿El cuarto Rey Mago?” Pedro I el Magnánimo, quien regala euros para la compra, rebaja el IVA de alimentos básicos, perdona los procesados del “procés” y regala leyes por doquier. “Vaya año que nos espera”, ¡Dios nos pille confesados! Frente a los chuzos catalanes, la inflación y la futura presidencia española de las Europas.
“La canción del invierno” trata sobre Don Piqué y doñas Shaquira, y de las desavenencias entre Don Alfonso y el caballero Gallardo a propósito del “protocolo próvida”. Varias chapuzas, propias de “Pepe Gotera y Otilo”, son el hazmerreir de las Hispanias, como ocurrió con la ley del “Yes es yes”, las calabazas del Rey Mohamed y los trenes que no caben por los túneles. El asunto del árbitro comisionista Negreira es “Un asunto de pelotas” que tiñe de negro y oscuro el mundo futbolístico y pelotero. A ello se suma la ley “Del sí es sí”, que es más bien “Del no es no”, y el caso “Del Mediador” Tito Berni, lo que apunta “Cierto olor a podrido”.
Una moción de censura jocosa e inútil fue la presentada con la cara de un viejo profesor de economía contra el Presidente de las Hispanias, a lo que Domingo dice: “Miro al soslayo, fuese y no hubo nada”. Una nueva profesora de matemáticas, doña Yolanda, da clases “De sumas, restas y divisiones” recorriendo la península de aula en aula invitando a los escolares a SUMAR (con llevadas), al tiempo que “¡Se avecina tormenta!” con la convocatoria de elecciones en el mes de mayo en los que políticos y políticas comenzarán a dar la vara. Y aquí se acaba la primera parte del romancero, que a buen seguro tendrá continuidad, como la historia misma.
En el acto de presentación, el proceso creativo de este libro fue contado por Domingo como una liberación del tedio mediático surgida en tiempos de la pandemia del Covid, lo que le llevó a escribir un romance cada quince días para el Diario de Ávila, una vez empapado de las noticias de políticas de actualidad. También recitó un romance no incluido en el libro dedicado a los “Consejeros del Rey”, que no eran otros que unos burros muy borricos, más sabios prediciendo la lluvia que los metereólogos de la corte.
Y terminó con el próximo romance que publicará el periódico local dedicado al alcalde y las escaleras mecánicas, con el que comienza una nueva etapa de ripios dedicados a la actualidad política. Finalmente, la velada estuvo amenizada con varias canciones interpretadas por Clara Álvarez Camarero acompañada de su guitarra, quien puso música a uno de los romances del libro, “Romance de Don Alfonso y el Caballero Gallardo”, siguió con la canción “Gracias a la vida” y terminó con el tema “Si se calla el cantor”, que tan apropiado era para el ‘cantante’ Domingo, hacedor de versos y rimas.