El próximo estreno de la obra Don Francisco de Quevedo (‘Lienzo Norte’, 28/06/2024, 20:30h.), escrita en verso por el autor Eulogio Florentino Sanz y Sánchez (1822-1881), adaptada en prosa por José Antonio Bernaldo de Quirós y puesta en escena por la catedrática de literatura Mari Carmen Sánchez Hernández dirigiendo al grupo abulense «Locos por el teatro», supone toda una apuesta valiente a favor de la trayectoria del escritor romántico, periodista, traductor, político y diplomático nacido y venerado en Arévalo, de quien se han cumplido 200+2 años de su nacimiento.
El evento teatral nos permite ahora retomar la biografía y la obra de Florentino Sanz, así como la dramaturgia desplegada en su honor por la Agrupación Abulense de Amigos del Teatro. Al mismo tiempo, tomamos como referencia el libro de José Antonio Bernaldo de Quirós, «Vida y obra del escritor Eulogio Florentino Sanz. Del Romanticismo al Realismo. De la gloria a la marginalidad», editado en 2022 por la Diputación Provincial de Ávila.
Todo ello sirve también como homenaje a la figura del escritor y como reivindicación de su obra (teatro, poesía, narrativa y traducciones), la cual se recoge junto a su biografía reuniendo las distintas investigaciones sobre el escritor ya publicadas con anterioridad por el autor
A dicho trabajo, Quirós suma otros sobre literatura y teatro abulense (Teatro y actividades afines en la ciudad de Ávila, 1997; Ávila y el teatro, 2003), y también un estudio en el que defiende que Fernando de Rojas no es autor de la versión primitiva de La Celestina (Comedia de Calisto y Melibea». Hacia «La Celestina» anterior a Fernando de Rojas, Madrid, ed. Manuscritos, 2010).
Ahora, con la representación teatral de la obra de Eulogio Florentino Sanz, se hace justicia para un escritor de quien Bernaldo de Quirós dice que es un autor fundamental de las letras españolas de mediados del siglo XIX, cuya mucha calidad sobrevivió al paso del tiempo compensando su escasa producción, añadiendo que fue «un talento excepcional» en el que cupieron «la generosidad y la integridad moral», pero también la «pereza, el orgullo, la petulancia, la mordacidad, el desprecio por los necios y por los gustos del público», como apunta en la entrevista concedida a David Casillas (DAV, 2/10/2022).
De su biografía sabemos que nació en Arévalo, que estudio leyes en Salamanca y Valladolid, y que con veinte años se trasladó a Madrid, donde ejerció de poeta y periodista bohemio, hasta lograr en 1848 un clamoroso triunfo con el drama Don Francisco de Quevedo, lo que le mantuvo en la cresta del ambiente literario madrileño. Contribuyó a la causa revolucionaria del Bienio Progresista (1854-1856), por lo que fue nombrado diplomático en Berlín (1855-1856), siendo posteriormente elegido diputado (1858-1863) y ministro plenipotenciario en Tánger (1872-1874), donde vivió con su reciente esposa Consuelo Sierra, después de haber renunciado a ocupar ascensos en el Ministerio del Estado, puestos diplomáticos en Londres, Brasil y México, o gobernador de Cádiz, o por ejemplo.
Bernaldo de Quirós resume así su trayectoria: «La biografía de Eulogio Florentino Sanz es un caso verdaderamente notable: un escritor que lo tuvo todo en grado máximo (talento, aprecio del público y de sus colegas, cargos políticos y administrativos), pero que voluntariamente se convirtió en una persona marginal, viviendo de la caridad de sus amigos. El mito que fue un poeta injustamente maltratado por la sociedad de su tiempo es un falso tópico.
Fueron sus condiciones de carácter, altivez, pereza, acaso adicción al juego – las que provocaron un olvido de sí mismo, y de su esposa e hija, tan sumamente llamativo». Sin embargo, y a pesar de todo, fue un personaje único y de gran personalidad, bastante mujeriego y honrado, como demostró siendo diputado y supervisor de las actas electorales para evitar posibles pucherazos. Apartado de la vida pública, de la política y de la literatura, murió en la pobreza y el olvido.
En relación con la producción literaria de Florentino Sanz, cabe citar entre sus poemas los siguientes:
Epístola a Pedro (1856): «Hoy mi vida de ayer, pálida y bella, / múltiple se repite en mis memorias, / como en lágrimas mil única estrella».
El color de los ojos (1857): «Se me antoja, al hablaros / de los ojos más lindos, relataros / una memoria de mis años tiernos». Y Tu amor… o tu odio (1862): «Poesía. / Tú desde lejos me miras… / Yo desde lejos te adoro… / ¿Por qué estamos, bien mío, tan lejos / el uno de otro?».
En su faceta de traductor del alemán, sobresalen textos de Goethe, como el titulado Proximidad del amado: «En ti pienso, mi bien, cuando los rayos / del sol quiebra la mar; / y en ti cuando el reflejo de la luna / repite el manantial» (El Semanario Pintoresco Español, 0/03/1856). También tradujo un conjunto de quince poemas de Heinrich Heine:
«Al separarse dos, que se han querido, / ¡ay!, las manos se dan; / y suspiran y lloran / y lloran y suspiran más y más» (El Museo Universal, 0/05/1857). Como nota, decir que en estas traducciones «elimina los aspectos más corrosivos, y la burla del propio dolor que hace Heine, lo dulcifica, centrándose solo en los poemas amorosos».
Dadas sus cualidades poéticas, las traducciones de Sanz, más que los poemas originales en alemán, tuvieron un reconocimiento unánime y una gran influencia y éxito entre los poetas de la época, especialmente en Rosalía de Castro y Gustavo Adolfo Bécquer. A este respecto, conviene decir con Bernaldo de Quirós que Florentino Sanz «vivió a mediados de siglo XIX, en un momento en el que la poesía española pasa del primer Romanticismo, el de Espronceda y Zorrilla, más brillante, más adornado, a la poesía intimista de Bécquer, que es más del corazón, para susurrarla, un cambio impulsado por el modelo de Heine, a través del escritor arevalense».
Otras traducciones del alemán, muy elogiadas por Galdós y Pardo Bazán, son: «Eres como una rosa» (1859) de «El Regreso» de Heine; «Tú, él y yo» (1860), semejante a la rima XV de Bécquer; «Jamás te he de decir» (1862), traducción de «Pauline–III» (Amor de primavera, de Robert Prutz), y «En la agonía» (1871), trágico poema que recuerda a la rima LXI de Bécquer. Con todo, Florentino Sanz, considerado en su tiempo el mejor traductor del alemán, abrió el camino para otros muchos traductores, quienes intentaron dar una visión menos libre y más ajustada y completa del original.
Por otro lado, en la creación dramática de Sanz destaca la obra Don Francisco de Quevedo, cuyo texto se reproduce en el libro de Bernaldo de Quirós, y donde se detallan aspectos relativos a su aparición y pervivencia, sinopsis, fuentes, rasgos estilísticos, teatralidad, puntos débiles, ediciones, representaciones, juicios críticos y anécdotas. Sigue otra obra de teatro, también rescatada y estudiada por Quirós, titulada Achaques de la vejez, de la que igualmente se inserta el texto, escrita a los gustos del Realismo y la alta comedia de Bretón de los Herreros.
EL ÉXITO DE QUEVEDO.
Sobre la obra Don Francisco de Quevedo, puede decirse con Bernaldo de Quirós que fue una de las obras más populares y apreciadas por el público de la segunda mitad del siglo XIX. El drama fue estrenado el 1 de febrero de 1848 en el teatro del Príncipe de Madrid (actual Teatro Español) protagonizado por el famoso actor Julián Romea Yanguas, quien al año siguiente interpretará al ‘Pastelero de Madrigal’ [de las Altas Torres] en la obra de Zorrilla Traidor, inconfeso y martir, y dándose la circunstancia de que su sobrino, Julián Romea Parra, también actor y dramaturgo, veraneaba en Ávila en el primer tercio del siglo XX.
La representación en Madrid obtuvo un grandísimo éxito de público y crítica, lo que propició su permanencia en cartel y en el repertorio de las compañías de España y América, aparte de conocerse hasta dieciséis ediciones distintas de la obra. Por su parte, en agosto de 1848, Ávila vive el clamoroso éxito de la puesta en escena del drama de Sanz en el antiguo Hospital de San Joaquín (posteriormente Teatro Principal) convertido en teatro desde 1808:
«La compañía de Variedades de esa corte que ha pasado a veranear a Ávila, ha puesto en escena en este teatro entre otras producciones notables, el interesante y aplaudido drama Don Francisco de Quevedo, original de don Florentino Sanz, y que tan justa reputación ha valido a su ilustrado autor.
La circunstancia de ser de aquel país el joven y entendido autor del drama, atrajo al teatro una numerosa concurrencia, repitiéndose la noche siguiente, cosa no común en una población de tan reducido público. El señor don Pedro Rodés, primer actor y director de la compañía, contribuyó de tal modo a realizar el mérito del drama en el desempeño del protagonista, que el público le llamó a la escena, arrojándole merecidas coronas.
El señor jefe político correspondió al triunfo del distinguido actor, llamándole a su palco, y felicitándole por sus trabajos. Gran satisfacción hubiera experimentado el señor Sanz al hallarse en Ávila las dos noches que se ha representado su Quevedo» (El Clamor Público, 9/08/1848).
Sobre el personaje como reflejo del propio autor, el escritor Juan Valera y Alcalá Galiano (1824-1905) dice: «El Quevedo de Sanz, más bien que ser Quevedo, es el propio Sanz que de Quevedo se disfraza. Fustiga con sus sátiras a la sociedad entera, se burla de los grandes y de los validos, acudiendo hasta a travesuras pueriles para vencerlos y humillarlo, y muestra la simpática grandeza de su corazón, amparando a las princesas y hasta consiguiendo enamorarlas»
Sin embargo, a pesar del éxito y de las críticas magníficas que tuvo, la obra está hoy prácticamente olvidada, aunque en 1914 fue repuesta por la compañía de Fernando Díaz de Mendoza y María Guerrero, y en 1923 por la Asociación de Pintores y Escultores, con patrocinio de la aristocracia y fin benéfico.
Finalmente, en 1969, la obra fue rescatada por la ‘Compañía Calderón de la Barca’ que dirigía Gustavo Pérez Puig, de la que formaban parte famosos actores como Pedro Porcel, María Asquerino, Paco Martín y Lali Soldevilla, y recorrió la mayoría de las provincias, salvo Ávila, ya que aquí había cerrado el Teatro Principal y no existía otro para este tipo de funciones (DAV, 12/04/1969).
Por todo cuanto hemos dicho, la representación programada ahora por la ‘compañía’ de Mari Carmen Sánchez cobra especial relevancia, igual que ocurre con la reivindicación que hace José Antonio Bernaldo de Quirós al proponernos comparar el drama quevedesco con otras obras de su tiempo, como El trovador, de Antonio García Gutiérrez (1813-1884), o el Tenorio, de José Zorrilla (1817-1893), lo que nos ayudará a comprender su indiscutible triunfo de entonces y valorar la obra como una pieza «del último Romanticismo, de tema histórico, muy brillante, con humor, acción, sorpresas y en la que casi todo es acción nocturna».
ARÉVALO.
Son frecuentes y habituales los homenajes y recuerdos que Florentino Sanz recibe en su Arévalo natal, incluyendo el reconocimiento por el éxito de su obra Don Francisco de Quevedo. Por ejemplo, con motivo del XLIV aniversario de su fallecimiento se recuerda que «en 1848 estrenó en el Teatro del Príncipe el drama histórico Don Francisco de Quevedo. El éxito coronó su obra y aquella noche el autor recibió varias veces el público homenaje, siendo llevado a su casa en hombros, entre antorchas encendidas» (DAV, 29/04/1925).
En 1930, «el Círculo Cultural Mercantil quiso honrar la memoria de aquel paisano, insigne poeta y gloria del Teatro, que se llamó Eulogio Florentino Sanz». Con tal motivo se descubrió una lápida en su honor en la casa donde nació. Por la tarde, en el teatro La Esperanza, se representaron varias escenas del drama Don Francisco de Quevedo (DAV, 23/12/1930). También participó en el acto el escritor Nicasio Hernández Luquero glosando la figura de su paisano, lo que hará en otras muchas ocasiones más, como cuando se cumplieron los sesenta y dos años de su óbito (DAV, 7/06/1943).
En 1946, ante el abandono de la sepultura del poeta morañego en el cementerio madrileño de la Sacramental de San Lorenzo y San José, Gerardo Garzón Maroto propone abrir una suscripción popular para «traer a su tierra natal las cenizas del inspirado poeta de Arévalo, Eulogio Florentino Sanz» (DAV, 6/11/1946), propuesta a la que se adhieren Cesáreo Díaz González y el cronista de Ávila José Mayoral, entre otros intelectuales. Y paradojas, en dicho cementerio también reposan los restos del actor Julián Romea, el protagonista de Don Francisco de Quevedo en su estreno de 1848.
A propósito del lamento por esto último, cobran especial sentido los versos del propio Florentino:
«¡Mas sola allí, sin flores, sin verdura, / Bajo su cruz de hierro se levanta / De un hispano cantor la sepultura!.../ Delante de su cruz tuve mi planta. / Y soñé que en su rótulo leía: / «¡Nunca duerme entre flores quien las canta! / ¡Pobre césped marchito! ¡Quién diría / Que el cantor de las flores en tu seno / Durmiera tan sin flores algún día!» (Epístola a Pedro, 1855).
Una vez más, en las Ferias de Arévalo de 1968 se honró la figura del escritor y se erigió en la plaza del Real un busto esculpido por Juan de Ávalos García-Taborda (1911-2006) en bronce (DAV, 6/06/1968).
LA REPRESENTACIÓN EN EL LIENZO NORTE.
«En una plaza de Madrid / en plena Semana Santa/ mientras se celebran Oficios/ se urde una siniestra trama. Se trata de eliminar/ a una dama destacada/ que por razones de Estado/ se encuentra en prisión aislada». Con estos versos del romance que Pepe Gómez Úbeda compone para la presentación de la obra, comienza la trama que de la obra de Eulogio Florentino Sanz. La dama no es otra que Margarita de Saboya, exgobernadora de Portugal.
Tal y como nos comenta la directora de la obra Mari Carmen Sánchez Hernández, «la obra plantea el enfrentamiento entre el Conde-Duque de Olivares, valido del rey Felipe IV, que maquina eliminar a la Duquesa de Saboya para ocultar su responsabilidad en la pérdida de Portugal, y el agudo y cáustico poeta, Francisco de Quevedo, quien se convertirá en el apoyo y adalid de Margarita, y de la propia reina Isabel de Borbón, en su lucha contra las intrigas y manipulaciones del poderoso y siniestro valido. Como si de una partida de ajedrez se tratara».
El drama tiene un fondo histórico de hechos y personajes que el dramaturgo arevalense pasa por el tamiz de una visión romántica y tergiversada de los mismos, presentando nada menos y nada más que una supuesta atracción amorosa entre Quevedo y la Duquesa Margarita. Como se observa, la temática que se suscita entonces es de plena actualidad: «El afán desmedido de poder y la manipulación de personas y hechos para conseguir un objetivo forman parte de la condición humana, en el siglo XVII y en el XXI».
Y aún más, añade la directora: «qué decir de la figura de Margarita de Saboya, prototipo, como otras muchas mujeres de la historia, de mujer fuerte y decidida, que no se arredra ante nada y que no duda en arriesgar su vida para conseguir derribar a un déspota y ayudar a una reina desvalida. Margarita de Saboya / Isabel de Borbón, dos mujeres, dos formas de reaccionar ante la desventura, dos amigas que se ayudan y sostienen mutuamente».
La puesta en escena tendrá lugar en la sala de cámara del Lienzo Norte evocando el Madrid de siglo XVII, los alrededores de la iglesia de San Miguel y los salones del Palacio del Buen Retiro, y el ambiente de ir y venir de la nobleza y adláteres. Cuatro actores principales y nueve secundarios se pondrán en el cuerpo, la mente y el corazón de otros tantos seres humanos del siglo XVII. Y, dado que la corte del llamado Rey Planeta, Felipe IV, penúltimo de la dinastía de los Austrias, abúlico en lo político pero un gran mecenas en lo artístico, era un lugar donde se propiciaban todo tipo de eventos artísticos, la música, el baile y los elementos pictóricos tendrán un lugar en nuestra adaptación. Cantores, instrumentistas, bailarines contribuirán a recrear el ambiente de la corte de Felipe IV.
Para la ambientación musical se ha escogido música de Tomás Luis de Victoria interpretada por miembros del coro "Camerata Abulense", música que enmarca la época de Semana Santa, tiempo en el que se sitúa el comienzo de la obra. También se escuchará música renacentista y barroca, de autores españoles e italianos, muy apreciados éstos en la corte española.
Se completa el apartado musical con piezas musicales interpretadas en directo por instrumentistas y cantantes que forman parte intrínseca de la adaptación de la obra. Así, sonarán Giovanni Giacomo Gastoldi (1556-1622), músico y maestro de capilla italiano, autor de dos de las tres piezas interpretadas (‘Il Ballerino’ y ‘Línnamorato’), y el músico español Juan del Vado (1625-1691), compositor, organista y violón de la Real Capilla y Real Cámara, autor de Con amor se paga el amor, dúo con tintes humorísticos en el que se da cuenta de cómo en las relaciones amorosas la mujer valora más lo práctico y lo material. Piezas todas ellas acompañadas del buen bailar y danzar de Emma Lucena y su grupo.
El vestuario se adapta al propio de la época y sus convenciones. Al tratarse de la alta nobleza, se refleja el estatus de los diversos personajes, lo que se consigue con imaginación y creatividad transformando y tuneando el "fondo de armario" del grupo.
DIRECCIÓN.
Por lo que se refiere a la directora y promotora del evento, María del Carmen Sánchez Hernández (nac.1947), podemos decir que se licenció en Filosofía y Letras, Sección Románicas, por la Universidad de Salamanca; que ejerció la docencia como Catedrática de Lengua y Literatura Españolas durante 38 años, 33 de los cuales en el IES "Alonso de Madrigal" de Ávila, habiéndo dado clases también en el Colegio abulense de "La Milagrosa", en el IES "Gonzalo Korreas", de Jaraíz de la Vera (Cáceres), y en el Instituto de El Tiemblo (Ávila).
En su trayectoria teatral participó en grupos universitarios actuando en El Rinoceronte de Ionesco; colaboró en el desarrollo de las actividades teatrales del IES “Alonso de Madrigal” en obras como Edipo, Rey de Sófocles, dirigida por Ángel Ferrero Soto, y Le petit prince de Antoine de Saint Éxupery, así como organizando junto al equipo docente viajes a Madrid para que los alumnos asistiesen a espectáculos dramáticos. También en el instituto, organizó varios recitales poético-musicales, y adaptó El sueño de una noche de verano de Willian Shakespeare con el título «La pesadilla de una víspera de exámenes» que dirigió Pilar Rodríguez con los alumnos de COU. Mari Carmen Sánchez y sus compañeros docentes entendieron que el teatro constituía una actividad educativa fundamental, y que tenía un valor pedagógico de primer nivel para los alumnos, no sólo desde el punto de vista estrictamente cultural, sino también desde el punto de vista emocional.
Aunque concluyó su actividad de enseñante, Mari Carmen siguió cultivando su afición juvenil que nunca abandonó, la música, lo que hizo como miembro de la coral “Tomás Luis de Victoria” y luego de “Camerata Abulense” en la que permanece y a la que ha dirigido en ocasiones, componiendo incluso la performance del 20 aniversario de su fundación (1999-2019). Así pues, la música no podía faltar tampoco en esta ocasión, igual que ocurre en todas las representaciones que ha dirigido.
LA COMPAÑÍA.
Se trata de grupo de amigos, actores aficionados y abulenses todos, que se reunió en el año 2016 para homenajear a Miguel de Cervantes constituyéndose en la Agrupación Abulense de Amigos del Teatro llamada «Locos por el Teatro». Ellos son un conmovedor ejemplo de demostración de la inquietud artística y cultural que caracteriza a los hombres y mujeres de esta tierra, así como de su autenticidad sin alharacas de la oficialidad. Son una compañía de cómicos que ya son una gran familia de casi medio centenar de miembros a quienes les ha unido un peculiar modo de divertimento que quieren compartir con la sociedad abulense y con los más necesitados. Por ello, su demostrado altruismo se ha venido ejerciendo a lo largo de los últimos ocho años actuando siempre a beneficio de distintas organizaciones sociales sin ánimo de lucro, como son la Asociación de Esclerosis Múltiple de Ávila [ADEMA]; la Cruz Roja; la Asociación de Familiares, Amigos y Personal con Discapacidad de Enfermedad Mental de Ávila [Faema Salud mental]; y la Asociación de Apoyo a las Familias con Enfermedades Raras y Sin Diagnosticar [AFERD]. Las aportaciones y donaciones a cada una de ellas ronda entre los mil quinientos y los dos mil euros netos por función.
La mayoría de los actores que forman esta singular compañía son viejos amigos de la coral Camerata Abulense y del coro de La Santa, antiguos compañeros del Instituto Alonso de Madrigal, aficionados de otros grupos teatrales, escolares de la Escuela de danza Emma Lucena, compañeros de escuelas y academias de música, y vecinos y otros conocidos, aparte de los colaboradores de coreografía, maquillaje y arreglistas de luces y sonido.
La trayectoria de la compañía comenzó con un homenaje a Miguel de Cervantes (1547-1616) en el centenario de su muerte, luego honrando la memoria de William Shakespeare (1565-1616), y después conmemorando la figura de Molière (1622-1673), también en su centenario. Por último, le acaba de tocar el turno al arevalense Eulogio Florentino Sanz (1822-1881), dos años después del doscientos aniversario de su nacimiento. Con todo, hasta ahora, el repertorio del grupo está formado por cuatro obras y un recital poético que han representado en ocho ocasiones.
A saber: «El retablo de Don Quijote y Sancho. Mínima, dulce e imaginada historia de un caballero y su escudero», sobre el libro de Cervantes, fue estrenada en el Teatro de la Fundación Caja de Ávila (actual Teatro Santo Tomás) el 21 de octubre de 2016, con organización del Rotary Club Ávila y a beneficio de la Asociación de Esclerosis Múltiple de Ávila [ADEMA]. La misma obra se reestrenó en el Centro de Congresos y Exposiciones ‘Lienzo Norte’ el 18 de febrero de 2017, a beneficio de Cruz Roja y sus programas sociales, y se repitió para los alumnos de los Institutos “Isabel de Castilla” y “Alonso de Madrigal”. De igual manera, para el IES José Luis López Aranguren, la Agrupación Teatral ofreció un recital poético dramatizado.
«Y los sueños ... sueños son», adaptación del título «Sueños de una noche de verano», de Shakespeare, se representó el 19 de octubre de 2018 en el ‘Lienzo Norte’, a beneficio de Cruz Roja y en homenaje “in memoriam” al protagonista de la obra «El retablo de Don Quijote y Sancho», Francisco Javier Sánchez Ferrero. La obra se puso en escena de nuevo, también en el ‘Lienzo Norte’, el 7 de octubre de 2023, esta vez a beneficio de la Asociación de Familiares, Amigos y Personal con Discapacidad de Enfermedad Mental de Ávila [Faema Salud mental]
«D’Après Molière» [Dijo Molière], se estrenó en el Lienzo Norte el 23 de junio de 2022, a beneficio de Cruz Roja para el programa de atención a los refugiados de la guerra de Ucrania. La obra se reestrenó el 21 de octubre de 2022 en el Teatro de Santo Tomás, esta vez a beneficio de la Asociación de Apoyo a las Familias con Enfermedades Raras y Sin Diagnosticar [AFERD].
Por último, cabe añadir que, igual que en otras ocasiones, todos los que participan en la actividad teatral lo hacen de forma desinteresada, robando tiempo a su ocio, movidos por la afición al teatro y con el propósito de que ello resulte beneficioso para otros. Además, como grupo abulense, en esta ocasión se quiere dar a conocer al pueblo de Ávila la figura y la obra del escritor Eulogio Florentino Sanz, a la vez que se pretende ayudar y apoyar a las familias con miembros que tienen alguna enfermedad rara y sin diagnosticar: AFERD es el nombre de la asociación, por ello la agrupación teatral anima a los aficionados al teatro, y al pueblo de Ávila en general, a ser generosos y a contribuir a los fines de dicha asociación mediante su asistencia a la función.
PROGRAMA:
La Agrupación Abulense de Amigos del Teatro LOCOS POR EL TEATRO», presenta:
«DON FRANCISCO DE QUEVEDO», obra de Eulogio Florentino Sanz.
Adaptación en prosa: José Antonio Bernaldo de Quirós.
Adaptación y puesta en escena: María del Carmen Sánchez.
Precio de entrada: 10€ a beneficio de AFERD (Apoyo a las Familias con Enfermedades Raras y sin Diagnosticar).
Lugar: Sala de Cámara del ‘Lienzo Norte’ de Ávila.
Fecha: 28 de junio de 2024. 20:30h.
REPARTO: