La semana comienza con un grito que se escucha sobre las dunas de la mañana, ahogado en el amanecer de un día luminoso de abril. Lunes que se ha encendido desde las farolas que clarean en el fondo de un paisaje. Música de Back sonando con los resortes melodiosos de la voz que recupera la sintonía del alma, el círculo secreto de las notas de la Pasión según san Mateo.
Me quedo sintiendo su paso por los jardines de mis sentidos, donde hoy florece el milagro de su existencia plácida y serena. Lunes de Pasión: después de la entrada triunfal del hombre en la ciudad, después de la manera insumisa de recibir a quien llega con el destino clavado en sus huesos, con la llamada al dolor envuelta en la transcendente semana de un presagio oscuro y libre.
Lunes que alberga en el interior de sus caminos un destino arropado en el canto triunfal de la esperanza.