Ahora
saludo la llegada
de lo que no sabía,
desconocido y mudo,
dónde se escribe
su historia que aún no atisba
los recovecos de las cosas.
Llegarán
porque es así
como se escribe la vida.
Lento secreto
pronunciado
en las riberas del agua
que no mana
en ese manantial
de insondables silencios.
Así se irán fraguando las horas,
los momentos,
la llegada de mí
al precipicio de los sueños.
Entonces se abrirá
la puerta que da acceso
al enigma terrible de lo extraño.